Comenzamos el mes de febrero de 2021 con los resultados de 2020 del grupo Sabadell. Un año malo para todos que no iba a ser menos para las entidades financieras que se han visto perjudicadas principalmente por el reconocimiento de provisiones tras el impacto del Covid. Analicemos qué ha ocurrido en las principales partidas de la cuenta de resultados del grupo durante el período. De primeras, sentimos decirles a los fans del grupo que no traemos buenas noticias. Su beneficio atribuido en este último año ha sido inferior en un 99,7% al de 2019. Así, esta mañana el grupo ha publicado un beneficio atribuido consolidado de 2 millones de euros, frente a los 768 millones de euros de 2019. Veremos de manera segregada las principales partidas que han contribuido a este decrecimiento del beneficio del grupo entre períodos.

El impacto de la pandemia ha sido uno de los mayores factores que han afectado al descenso de la cuenta de resultados del grupo, pero a diferencia de lo que ha ocurrido en otras entidades financieras analizadas, hay otros factores atribuidos a la gestión de Sabadell que también han afectado, sin duda. El margen de intereses y de comisiones han sido inferiores en un 6,2% y en un 6,1%, respectivamente, a los de 2019. Además, los gastos de explotación han sido superiores en un 7,5%. Unos gastos de explotación cuyo incremento respecto al año anterior se debe principalmente a costes de reestructuración de los planes de eficiencia en España (314 millones de euros y salida voluntaria de 1.817 empleados) y en Reino Unido (101 millones de euros y reducción de plantilla de 685 trabajadores). Evidenciándose así que, además de que los ingresos del grupo han descendido entre períodos, encima Sabadell ha aumentado sobremanera sus gastos de explotación. Para acabar de matar el beneficio, el banco ha provisionado extraordinariamente un total de 650 millones de euros derivadas del entorno Covid, partida comprensible en estos tiempos que corren. En total, las provisiones del grupo han sido de 2.275 millones de euros.

Como breve conclusión, Sabadell ha empeorado sobremanera su cifra de resultado en 2020 respecto a 2019, y no solo por el impacto de la pandemia sino, además, por el aumento de los gastos derivados de la reestructuración del grupo en España y Reino Unido

El banco ha reforzado su solvencia respecto al 2019. La principal ratio de solvencia, CET1 (Common Equity Tier 1) se ha incrementado en un 0,2%, en igual comparativa, pasando de ser del 12,4% en 2019 a 12,6% en 2020. Sin embargo, también traemos malas noticias en cuanto a la variación entre años de la ratio de apalancamiento de Sabadell. Esta cifra ha mostrado un resultado desfavorable aumentando entre 2019 y 2020 en un 0,22%.

La ratio de morosidad ha descendido en un 0,2% respecto al mismo período del ejercicio anterior, estableciéndose la misma en un 3,60%. Por lo menos la morosidad del grupo Sabadell ha descendido entre 2020 y 2019. Menos mal, porque es de lo poquito que se salva de la cuenta de resultados del grupo en 2020.

Pasemos a analizar la liquidez del grupo. El LCR en 2020 ha sido de un 198%, un 26% superior a la del cierre de 2019. Además, ha bajado entre períodos la relación entre préstamos y depósitos (loan to deposit) en un 1%, un indicador sencillo de liquidez, que expresa el porcentaje de créditos en relación con los depósitos de minorista.

Como breve conclusión, Sabadell ha empeorado sobremanera su cifra de resultado en 2020 respecto a 2019, y no solo por el impacto de la pandemia sino, además, por el aumento de los gastos derivados de la reestructuración del grupo en España y Reino Unido. La suya ha sido, sin lugar a dudas, la reconversión más dura del sector durante 2020.