En este contexto de interés creciente por el medio ambiente, que ha lanzado al estrellato a activistas verdes como Greta Thunberg y la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, las renovables ganan la partida. Así se puede ver en los resultados de 2019 de Audax y Grenergy -cuyos nombres se completan precisamente con la palabra renovables-, que han sido mejores que los del año anterior, pero a Ence se lo ha impedido la actividad papelera (la cual compagina con la generación renovable).

Audax Renovables ha triplicado su beneficio neto, que ha ascendido a 25,4 millones de euros, y el Ebitda ha aumentado un 37,2%, hasta los 73,2 millones. La integración de las actividades de comercialización y generación han permitido obtener una facturación de 1.043 millones (+5,8%).

Audax logra una entrada de caja neta de 51,3 millones y reduce la deuda un 40%, hasta 182,38 millones

La estrategia de rotación de activos y de reducción de deuda, ha supuesto una entrada de caja neta de 51,3 millones y un impacto positivo en las cuentas de 4,9 millones. En concreto, la deuda financiera ha bajado un 40%, hasta 182,38 millones. El número de clientes del grupo ha subido un 11%, situándole como el primer comercializador en el segmento de pequeñas y medianas empresas (pymes) en España. Además, ha formalizado diversos PPA para la compra a largo plazo de energía generada en instalaciones fotovoltaicas de España y Portugal que le aportarán 1,9 TWh/año de energía verde y esto sumará la progresiva puesta en marcha de 320 MW en instalaciones en cartera.

Cifras que colocan a Audax en una buena posición para cumplir su plan estratégico de cara a 2022. La compañía que preside José Elías, dueño del 84% del capital, ve como se aporta más valor a la acción, que ya se ha revalorizado más de un 67% en 2019.

Por su parte, Grenergy Renovables ha presentado sus primeros resultados tras saltar al Mercado Continuo a mediados del pasado diciembre, los cuales se vieron favorecidos por la construcción y venta de cinco parques fotovoltaicos en Chile. “Fue un año muy importante”, ha afirmado David Ruiz de Andrés, CEO de la compañía, quien ha añadido que las cifras “se verán animadas de forma inminente con las conexiones de nuestros parques propios, que generarán fuertes ingresos recurrentes por venta de electricidad”.

Grenergy saltó al Mercado Continuo a mediados de diciembre y señala 2019 como un año importante; aunque la deuda se disparó un 978%, el ratio sobre Ebitda es de 2,3 veces

El beneficio neto de Grenergy fue de 11,43 millones (+20%) y el Ebitda se mantuvo en el mismo nivel que en el año precedente, situándose en 18,46 millones. Por su parte, la cifra de negocio se disparó un 83%, hasta los 84,53 millones: en la división de desarrollo y construcción, el crecimiento fue del 92% y en la de servicios, del 32%. Crecimiento de las cifras, que también se vio en la deuda neta, que se disparó un 978%, pasando de 3,8 millones a 41,23 millones, aunque el ratio sobre Ebitda es de 2,3 veces.

Naturalmente, no se trata de cuentas de resultados 'normales'. Sin el sistema de cuotas, que augura la producción y a un precio rentable, las renovables no ganarían ese dinero. Su único lucha de mercado es cuando no hay viento ni sol. Pero eso no suele ocurrir.

Y por último, se coloca Ence, con un beneficio neto que se ha desplomado un 93%, quedándose en 9 millones por el bajo precio de la celulosa, principalmente. El Ebitda ha sido de 127 millones (-56%), de los que el negocio de celulosa -con la que fabrica papel para los periódicos españoles- ha aportado 75 millones (-69%) y el negocio de energía renovable, 52 millones (+15%).

Ence presenta los primeros resultados con Ignacio Colmenares como presidente y de cara a 2020, la gran esperanza es la recuperación del precio de la celulosa

La cifra de negocio de Ence descendió un 11,6%, hasta los 735,4 millones. Mientras, la deuda financiera neta ha ascendido a 735,4 millones (+68,2%). Números que no han sido buenos y donde también ha repercutido el ritmo de producción de las biofábricas pese a que en cuarto trimestre ha ido mejor: se ha ampliado la capacidad de Navia en 80.000 toneladas, mejorando los procesos industriales, aunque ello supuso una parada técnica; y se han ejecutado inversiones en la de Pontevedra que la hagan más eficiente y de mayor calidad medioambiental.

Son las primeras cifras anuales con Ignacio Colmenares como presidente, después de que el pasado mayo, Juan Luis Arregui, le diera el relevo. Y de cara a 2020, la gran esperanza está puesta en el precio de la celulosa, que ha comenzado a dar síntomas de recuperación, tras estar en niveles mínimos de los últimos 10 años en el cuarto trimestre de 2019.