Realia ha dado a conocer sus resultados del primer trimestre, con los que Carlos Slim ha vuelto a sonreír tras el difícil 2020. Y es que el beneficio neto se ha duplicado (+117%), hasta 8,51 millones de euros, por la fuerte reducción de las provisiones, que han pasado de los 1,82 millones a los 330.000 euros, es decir, a una quinta parte, por las mejores expectativas de recuperación.

La inmobiliaria que controla el magnate mexicano ha disparado sus ingresos un 66,6%, a 41,7 millones. Un aumento que se debe, sobre todo, al negocio de patrimonio, con 20,87 millones (+1,8%), por la nueva actividad residencial build to rent (construir para alquilar); y al negocio de promociones, con 20,21 millones (+393%), por las entregas de ‘Brisas de Son Dameto’ y de ‘Esencia de Sabadell’. Además, también se ha producido la venta por 1,06 millones del suelo de uso comercial realizado por la Junta de Compensación de Valdebebas.

Realia ha explicado que “el impacto económico que la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 puede tener sobre el negocio del grupo se va ajustando trimestre a trimestre en función de la evolución de la misma”, aunque la valoración de activos es significativamente menor ahora. El Ebitda ha aumentado un 22%, a 15,3 millones, y la deuda neta se ha reducido ligeramente un 4,3%, situándose en 481 millones. Además, cerró el trimestre con un stock de 363 unidades (viviendas, locales y oficinas) terminadas o en curso y pendientes de entrega, de las que 140 estaban reservadas o vendidas, y tenía 41 parcelas unifamiliares destinadas a venta para autopromoción residencial.