La prensa está que arde. Algún malvado podría decir que se trata del reparto de la miseria pero no seré yo, educado en colegio de pago quien profiera tamaño desatino.

La espoleta la ha colocado Urbano Cairo, propietario de Unidad Editorial (El Mundo, Expansión, Marca) al expulsar a su primer ejecutivo en España, Antonio Fernández Galiano, y de muy malos modos: se ha negado a renovarle el contrato y le ha dado las órdenes por escrito. Cuidado, porque fue Galiano quien apostó por el actual director, Francisco Rosell, que no lo ha hecho nada mal, y encima la crisis de la gerencia podría traspasarse a la redacción.

Al final, en el estilo propio del multimillonario que se he hecho rico con la telebasura y al que el periodismo español de calidad le viene grande, ha desatado la tormenta.

Y también ha ayudado a la tormenta el grupo italiano que Cairo ha ido colocando para incordiar debidamente a Galiano: Giampaolo Zambaletti, el hombre que sustituyó en Mediobanca a Borja Prado, y los directivos Nicola Speroni y Stefanía Bedogni, dos ejecutivos a la italiana, que significa, justamente, eso que está usted pensando. La verdad es que Galiano no se merecía los modos groseros del grosero Cairo.

Y ahí se disparan las ambiciones. Cairo puso el cartel de venta en todo el Grupo con escaso éxito. Así que ahora va a el troceo. Y entonces es cuando pasa lo siguiente:

Pedro J. Ramírez, hombre humilde que desde el primer momento supo aceptar que le despidieran de la dirección de El Mundo (¡ja ja ja!), empresario de éxito en El Español ha decidido ahora ofertar por El Mundo, económicamente la pieza más débil de Unedisa. Con el apoyo, atención, del CEO de Vocento, Luis Enríquez, un tipo al que si te encuentras por la calle y le ofreces una fusión te dice que sí, antes de saber quién eres.

A Pedro José no le interesa el grupo de cabeceras regionales de Vocento. Sólo el Mundo y el ABC.

Sí, han entendido bien: Ramírez, que no pudo hacerse con la dirección de El País, pretende unir El Mundo y ABC, dos de los diarios de derechas, para adicionarlos a la entidad matriz, el Español.  

En paralelo, vuelve Jaime Castellanos, el hombre que presidió Recoletos, o sea, Expansión, para recuperar la cabecera del primer diario económico español. Castellanos es especialista en liar a sus próximos, así que ya ha lanzado el anzuelo a su sobrina, Ana Botín, derrota en Prisa y ahora, a lo mejor, interesada en controlar la cabecera económica. Detrás de Castellanos, su sombra, Borja Prado, y así volvemos a Mediobanca.

El deportivo Marca también tiene venta pero a don Pedro José El Mundo habrá casi que regalárselo. Él siempre te hará un favor. Desde luego, Cairo debe volverse a su telebasura italiana con una minusvalía en su grupo español, eso seguro.

La revolución en la empresa española no ha hecho más que empezar. ¡Ah!, siguen faltando editores dignos de tal nombre. De periodistas vamos bien surtidos y los hay muy buenos, pero de editores en la España de la ruina económica de la prensa, vamos escasos.