Ayer el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, denunciaron que recibieron una carta amenzante con cartuchos de bala en su interior.

Iglesias aseguraba ayer jueves que la carta amenazante que ha recibido con cuatro balas en el interior es "otra consecuencia más" de la "impunidad" del "discurso de odio de la ultraderecha" y ha defendido que "para ser demócrata hay que ser antifascista".

Esta mañana, la candidata de Vox a las elecciones del 4M en Madrid, Rocío Monasterio, en una entrevista en RNE, ha dicho: "De Iglesias me creo poco y del Gobierno no nos creemos nada".

Poco después, en una entrevista en TVE, Iglesias ha considerado "gravísimo" que Monasterio dudase de la veracidad de las cartas con balas que ha recibido y ha anunciado que "valorará" estar en "ningún espacio" con Vox.

Pues bien: durante un debate posterior en la Cadena SER entre los candidatos a la Asamblea de Madrid, al que han asistido todos excepto la popular Isabel Díaz Ayuso, Iglesias ha pedido a Monasterio que rectificase sus palabras de esta mañana y si no abandonaba el debate: "No es aceptable que la candidata de la ultraderecha ponga en duda la veracidad de estas amenazas. Si no se retracta, abandonaremos el debate”, ha dicho el comunista.

Monasterio ha "animado" a Iglesias "a que vaya a la comisaría a denunciar las amenazas" y ha insistido en ponerlas en duda

A lo que Monasterio ha respondido: "Condenamos todo tipo de violencias pero me hubiera gustado que (Iglesias) condenara la de Vallecas", en alusión a los disturbios en este barrio madrileño durante un mitin de Vox. A continuación, Monasterio ha "animado" a Iglesias "a que vaya a la comisaría a denunciar las amenazas" y ha insistido en ponerlas en duda. "Lo que digo es que los españoles no nos creemos nada de este Gobierno".

Entonces Iglesias se ha levantado para irse y en ese momento Monasterio le ha espetado: "Si es tan valiente, levántese y lárguese, le va a dar una alegría a muchos españoles". "Vete fuera del plató y fuera de la política que es lo que tienes que hacer".

La moderadora del debate, Ángels Barceló, ha intentado retener al candidato de Unidas Podemos llamando la atención a la candidata de Vox: "Señora Monasterio, este no es el tono que tenemos que aplicar a este debate". Pero Monasterio la ha acusado de "hacer activismo", de lo que Barceló se ha defendido: "No soy una activista, soy una demócrata y escuchamos las opiniones de todo el mundo". A continuación, la moderadora ha intentado de nuevo y sin éxito retener a Iglesias en el debate: "Quiero que usted responda a la provocación de la ultraderecha una vez". Es decir, que ha llamado ultra a Vox y ha suplicado a Pablo Iglesias que responda a las "provocaciones de la ultraderecha" (sic). A Barceló sólo le ha faltado invitarle a comer.

Finalmente, Iglesias se ha marchado denunciando que se estaba "blanqueando el discurso del fascismo" con cuestiones que "van en contra de la democracia", algo que ha negado la moderadora del debate. "No vamos a debatir", ha insistido Iglesias.

El debate ha proseguido sin Iglesias y tras una pausa para la publicidad, Gabilondo ha pedido la palabra: “Me he quedado aquí por respeto a la democracia y porque el odio no nos puede silenciar”. "Esperaba que Iglesias volviera, pero no podemos permitir que el odio se imponga, no puedo consentir esto”.

Tras lo cual, la también comunista Mónica García se ha sumado a su decisión de marcharse: "Lo siento por el programa y los madrileños y madrileñas. Lo que ha pasado aquí es de una extrema gravedad".

Edmundo Bal, por su parte, les ha pedido quedarse porque los ciudadanos tienen "derecho" a conocer sus propuestas y para no "hacerle el juego" a Vox. "No os olvidéis de quienes somos. Nos dirigimos al ciudadano, no a la señora Monasterio. Pido por favor que haya paz y calma", ha instado sin éxito.

Tras la decisión de estos candidatos a marcharse, ha sido Àngels Barceló quien ha puesto fin al debate y ha hecho una firme defensa de la democracia ante el odio: “Lo que ha pasado aquí refleja tanto el clima, dónde hemos llegado en esta sociedad... Que se haya ido un candidato porque una candidata no ha querido retractarse… Soy tan demócrata que aquí no se censura a nadie y por eso hemos continuado el debate”.

En definitiva: parecía todo un montaje, un teatro, una sobreactuación de los comunistas y socialistas para acusar a Vox de ser un partido que no condena la violencia. Cuando es lo primero que ha hecho Monasterio...