El fabricante japonés Nissan ha recortado el beneficio un 45,2% en sus primeros nueve meses del ejercicio, hasta 2.533 millones, en plena tormenta por el caso de su expresidente, Carlos Ghosn, detenido y despojado de su cargo. Ha cifrado en 73,8 millones la diferencia entre las compensaciones amañadas y no declaradas por Ghosn para su retirada y lo que tenía que haber cobrado realmente. No ha cerrado todavía el informe.

A ese termómetro se unen también las razones dadas por sus competidores Toyota y Honda: la pérdida de rentabilidad en EEUU (8,4%), Europa (-13,2%) y a unas ventas, por debajo de lo previsto, en Japón.

Lo más grave, con todo, es el daño reputacional que afronta Nissan por el escándalo Ghosn. Entre octubre y diciembre, en concreto, el beneficio se desplomó un 76,7%.

Nissan cifra en 73,8 millones los compensaciones amañadas y no declaradas por Ghosn

Ese escenario, junto retroceso en las matriculaciones, ha obligado al fabricante a revisar a la baja sus previsiones para el año: un recorte del 18% en beneficio y del 3,3% en la facturación, muy por debajo de hasta ahora (+0,6%).

En paralelo, ha cifrado en 73,8 millones la diferencia entre las compensaciones amañadas por Ghosn para su retirara y lo que tenía que haber cobrado realmente. No ha cerrado todavía el informe.

El principal cometido actual para el nuevo presidente, Hiroto Saikawa, está en el futuro de la triple alianza con Renault y Mitsubishi. Sobre este punto, ha admitido que tendrán que replantearse algunas cuestiones para pulirla, desarrollarla o revisarla.