Marruecos está construyendo una nueva alambrada con concertinas en la frontera con Ceuta, con dinero de la Unión Europea: 140 millones de euros que Bruselas desbloqueó del fondo fiduciario para África a finales del año pasado para entregárselos al reino de Mohamed VI con el objetivo de que blinden sus fronteras, informa El Mundo.

De ese dinero, casi 70 millones ya están inyectados en las cuentas de Rabat. "Se han realizado los primeros pagos. Marruecos está trabajando para fortalecer el control de su frontera", explicó en marzo Dimitris Avramopoulos, comisario europeo de Migración, Asuntos de Interior y Ciudadanía, explica el mismo medio.

Por contra, en el lado español de la valla de Ceuta, varios operarios dicen a El Mundo que están esperando las instrucciones para empezar a retirar las concertinas. El 23 de febrero, el ministro Fernando Grande-Marlaska visitó la ciudad autónoma y prometió que quitaría las cuchillas.

"En verdad todo esto tiene trampa. España quita las cuchillas pero Marruecos ahora pone las suyas pagadas por Europa", critica Rachid Aouli, de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, que repite una de las frases que dijo el Papa Francisco sobre las concertinas durante su entrevista del pasado domingo: "Esto es inhumano. El mundo se olvidó de llorar”, añade la información de El Mundo.