• Despide a Jesús Guzmán, el ejecutivo de Dimetronic y artífice de la integración en Siemens Rail Automation, y coloca al alemán Gunther Klotz.
  • Razones: evitar una multa de la CNMC, en un momento clave para su visto bueno a la fusión con Alstom.
  • Todo arranca de la lupa puesta por el regulador en varios contratos, en UTE con Thales, para la Alta Velocidad en España.
  • Todos esos contratos tuvieron el visto bueno, sin embargo, en España y en Alemania.
  • Durante la investigación interna, liderada por Fernando Ortega, se han cuestionado medios nunca vistos en Siemens.
  • Repite los mismos errores, ahora en el negocio ferroviario, que en la fusión con Gamesa para el negocio eólico.
La alemana Siemens repite en su proceso de fusión con Alstom el mismo esquema que ha seguido en Gamesa, que tan malos resultados le ha dado: dejar fuera de juego a los ejecutivos españoles. Lo hace ahora con el nombramiento de Gunther Klotz como director general de Siemens Rail Automation, la empresa de origen español que es lo que gracias a la compra, en 2013, de Dimetronic. Siemens compró compañía de señalización ferroviaria Dimetronic como una jugada para situarse dentro del consorcio que se adjudicó el contrato del AVE a La Meca. La presidía entonces Jesús Guzmán, el ejecutivo español que culminó la integración después, pero su recorrido acabó en un despido, un día antes de que tomara el relevo Klotz (18 de enero). Claro, no es el único despedido. Las razones de la empresa, sin embargo, nada tienen que ver con la realidad, según fuentes consultadas por Hispanidad. En concreto, esas razones apuntan a varias prácticas  anticompetitivas del equipo de Jesús Guzmán, a través de las UTE con Thales, en proyectos de señalización de las líneas de Alta Velocidad en España. Esos contratos están en la lupa de la CNMC y pueden dar lugar a una multa, que Siemens quiere evitar, en un momento clave, en paralelo, por la fusión con la francesa Alstom, y el visto bueno que espera de Competencia. El objetivo de Siemens, como saben, es crear un gigante ferroviario europeo, un proceso, por cierto, que deja más débiles a Talgo y CAF, dos fabricantes españoles. Es lo mismo que intenta, desde el año pasado, con Gamesa, aunque en el negocio eólico. Otra cosa es que, el balance demoledor hasta el momento. Lo cierto es que todos los contratos con Thales fueron ejecutados con pleno conocimiento y aprobación de órganos directivos de Siemens, en España y en Alemania. Entre ellos, el visto bueno de Michael Peter, director internacional de la División de Mobility de la multinalicional, que vivió tres años en Madrid por la compra de Dimetronic y que trabajó muy cerca de Jesús Guzmán. Peter conocía la estrategia de las UTEs con Thales para Alta Velocidad Española. La investigación interna en Siemens España corre a cargo de Fernando Ortega, jefe de los servicios legales, que optó por no esperar a la resolución de la CNMC. El departamento de Ortega aprobó también las ofertas de las UTE con Thales, pero ha eludido cualquier toda responsabilidad en esas decisiones, y desvía la culpa a la dirección de la visión por no facilitar la información en detalle. Ortega, por cierto, es uno de los 14 consejeros en el consorcio español de La Meca, nombrado precisamente por Jesús Guzmán, lo que le ha servido como trampolín con el cliente árabe. Durante la investigación, el equipo se ha servido de medios nunca utilizados en Siemens y algunos de ellos cuestionables, aunque no han logrado el fin de encontrar evidencias claras. El concreto, largos interrogatorios con abogados externos, accesos a ordenadores sin el conocimiento del directivo, presiones para firmas de documentos delatorios falsos y amenazas a directivos contra su reputación profesional o el patrimonio, que han servido para los despidos posteriores. El equipo pidió incluso el amparo a Rosa García (en la imagen) y de directivos alemanes por la gravedad de esos procedimientos, pero la presidenta de Siemens optó por quedarse  al margen. Paradójicamente, en la antigua empresa española mandan ahora dos alemanes. Además de Gunther Klotz como director general, está Bernd Blummenstein como director financiero. Curioso, cuando menos, porque no sólo desconocen el idioma español, sino que carecen de cualquier conocimiento de los clientes y del sector ferroviario en España, según las fuentes consultadas por Hispanidad. Rafael Esparza