La Junta General de Accionistas de OHL celebrada este lunes ha sido histórica, además de por su carácter telemático, porque ha sido la primera tras la entrada en la compañía de los hermanos Amodio, primeros accionistas con el 16% de la compañía (los Villar Mir tienen el 14,6%) y que ampliarán hasta el 25% en los próximos meses.

A los minoritarios no les ha gustado ni lo uno ni lo otro y han decidido no acudir a la cita, de tal manera que el cuórum de asistencia no ha superado el 32,6% de las acciones. Un dato curioso, porque significa que los fondos (9% de la compañía) también han hecho mutis por el foro.

Como se pueden imaginar, no ha habido ninguna intervención. Los Amodio se habrá llevado una falsa impresión porque las últimas juntas de OHL han sido movidas, con muchos minoritarios cabreados por la negativa evolución del grupo.

Del discurso del presidente -que ha propuesto un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus-, poco que reseñar. Una cosa sí ha llamado la atención: su insistencia en la estricta política anticorrupción de la compañía y en el sistema interno de prevención de delitos.

Por cierto, el presidente ha interrumpido hasta en tres ocasiones el discurso del Consejero Delegado, José Antonio Fernández Gallar, por problemas de conexión de los consejeros que han acabado escuchando la junta a través de la web corporativa de la compañía.