La Junta de Accionistas de Ferrovial, celebrada este viernes en Madrid, y que ha contado con el 67,5% de participación, se presumía muy convulsa. La carta que remitió al grupo Leopoldo del Pino (5% del capital), pidiendo la no reelección de los consejeros Santiago Bergareche y Joaquín Ayuso, encendió todas las alarmas. En la misiva, fechada el 29 de marzo, Leopoldo afeaba al presidente, su hermano Rafael, el hecho de no haber respondido a su primera petición, realizada el 2 de octubre de 2018.

“Como sabes, con fecha 2 de octubre de 2018 me dirigí a ti por escrito, en tu condición de Presidente del Consejo de Administración, poniendo de manifiesto de manera motivada y buscando con ello contribuir en lo posible a la mejora del Gobierno Corporativo de Ferrovial, la posición de Siemprelara (la sociedad de Leopoldo) contraria a la permanencia y renovación de los dos consejeros antes mencionados (Bergareche y Ayuso) y la urgencia, por tanto, de buscar dos sustitutos para ser propuestos a la próxima Junta General Ordinaria, sin que hasta la fecha se haya recibido comunicación o respuesta alguna al respecto”, decía la carta.

A pesar de las previsiones, la Junta ha sido extremadamente tranquila

Ambos consejeros, según Leopoldo, exceden con creces el plazo de permanencia máximo de 12 años previsto para los consejeros independientes. En el caso de Bergareche, además, hay que añadir el hecho de que se le renueva a la edad de 73 años y que tendrá 76 cuando finalice su mandato.

A pesar de las previsiones, la Junta ha sido extremadamente tranquila. Sólo ha contado con una intervención y ha servido para recordar la excelente labor del fundador del grupo, Rafael del Pino y Moreno, y para ensalzar el trabajo del actual Consejo de Administración. “Tenemos la gran suerte de tener a Rafael del Pino” como presidente, ha señalado el accionista, que ha omitido su nombre y el número de títulos que ostenta.

Por cierto, después de escucharle, el presidente no ha sabido qué responder y, tras unos segundos de incertidumbre, sólo ha pronunciado el típico agradecimiento protocolario: “Muchas gracias por su intervención”, y punto. Hombre, don Rafael, un poquito de alegría. Ya se podía haber explayado usted un poco, que intervenciones tan bonitas no se escuchan todos los días. Incluso el accionista anónimo, una vez finalizada su aportación, se ha quedado unos instantes de pie, mirando a la mesa, como esperando una palabra amable de despedida. Muy frío todo.

Entre los dos ex consejeros delegados de Ferrovial -Bergareche y Ayuso- y su hermano Leopoldo, Rafael ha elegido a los dos primeros

Volviendo a lo que nos ocupa: entre los dos ex consejeros delegados de Ferrovial -Bergareche y Ayuso- y su hermano Leopoldo, Rafael ha elegido a los dos primeros, a pesar de la lealtad que ha caracterizado a Leopoldo a lo largo de estos años. Por ejemplo, cuando en 2015, María, Rafael, Joaquín, Leopoldo y Fernando anunciaron la rotura del pacto familiar sobre Ferrovial, Leopoldo fue, junto a María, el que permaneció al lado de Rafael, frente a los dos rebeldes, Fernando y Joaquín.

“Los Sres. Bergareche y Ayuso cuentan con un profundo conocimiento de Ferrovial. No solo por sus años de pertenencia al Consejo, sino también por el desempeño de puestos ejecutivos en el grupo. Su permanencia en el Consejo se considera muy enriquecedora”, respondió el presidente en una carta remitida a Leopoldo el día previo a la Junta.

En otro orden de cosas, Del Pino confía en cerrar la venta de la división de Servicios, valorada en más de 2.000 millones de euros, antes del verano. Según el presidente, la operación “se debe a la voluntad de concentrar nuestros recursos materiales y humanos en aquello que sabemos hacer mejor, que es el desarrollo y la promoción de infraestructuras privadas”, ha señalado.