Este viernes, se ha celebrado la Junta General de Accionistas de Red Eléctrica (REE), la primera con el socialista Jordi Sevilla como presidente. Ocasión que ha aprovechado para elogiar la compra de Hispasat, una operación donde no faltaron sus mentiras, pero eso se le ha olvidado: solo importa colgarse la medalla, a pesar de que la adquisición aumentará la deuda de la compañía.

Sevilla ha presumido de que esta adquisición “no es una imposición del Gobierno, aunque no se podría hacer si éste no estaba de acuerdo”, y menos mal que aceptó, pues se llegó a temer que el operador de satélites acabara en manos extranjeras. Ante varias preguntas de los accionistas, ha respondido que se pagó “un buen precio” (949 millones de euros), “muy ajustado a lo que vale hoy”, pero “en manos de Red Eléctrica va a valer más”, pues contribuirá a la expansión del negocio de telecomunicaciones.

Sevilla subraya que se pagó un buen precio por Hispasat y que contribuirá a la expansión del negocio de telecomunicaciones

El socialista ha descartado que se haya pagado sobreprecio o prima. Recuerden que pasó de frenar la compra, cuyas conversaciones inició su antecesor, José Folgado, a marcarse el tanto de haber bajado el precio que pedían ACS y Atlantia. Eso sí, el CEO, Juan Lasala, ha subrayado que “se va a financiar 100% con deuda”, o sea, que Red Eléctrica, y con ella, el Estado (dueño del 20% a través de la SEPI) se apalancará un poco más.

Por cierto, parece que Sevilla quería agradecer a Pedro Sánchez su nombramiento, pues ha lucido una corbata roja y se ha enfundado, metafóricamente hablando, el traje verde para defender que la compañía quiere jugar un gran papel en el “cambio tecnológico y ecológico”. Es decir, “la revolución 4.0 y el cambio climático” son los principales retos de esta compañía que tiene “la electricidad, las telecomunicaciones y el talento como señas de identidad”.

La revolución 4.0 y el cambio climático son sus principales retos y quiere reducir un 40% las emisiones y ser una empresa 100% circular en 2030

En su discurso, la parte ecologista ha ocupado buena parte, pues Sevilla quiere que REE sea “una empresa 100% circular en 2030”. Su gran apuesta es la integración de las renovables manteniendo la máxima seguridad en el suministro, así como la digitalización. Y es que busca “diversificar la actividad de forma controlada, tanto la regulada como la no regulada”, además en el exterior, tiene vocación de permanecer en Perú y Chile, y analizará oportunidades en Brasil y EEUU.

Y por cierto, tres días después de su cumpleaños, Sevilla ha recibido un regalo de los accionistas: todos los acuerdos propuestos han sido aprobados, entre ellos, su ratificación y nombramiento como consejero; así como parte de su gestión (recuerden que está al mando desde el pasado 31 de julio).