• Intensa Sanpaolo se queda por un euro con la parte buena de Veneto Banca y Banca Popolare di Vicenza.
  • La diferencia con el caso del Popular es clara: los bonistas no lo pierden todo, como ha ocurrido en España.
  • Clara también la diferencia para los contribuyentes: en España, ningún coste, mientras en Italia, el contribuyente asume la deuda.
  • Intesa, como el Santander, se hace más grande, librándose de los costes para fulminar a dos tercios de sucursales y empleados.
Al final, Intesa Sanpaolo, segundo banco italiano, se queda con los activos sanos de Veneto Banca y Banca Popolare di Vicenza, sin ningún desembolso, como el Santander se ha quedado con el Popular. Ahora bien, hay una diferencia sustancial: el Estado inyectará 5.000 millones de euros en los dos bancos, mientras que en España no ha habido aportación de dinero público para salvar al Popular. El Popular era mucho mejor que los dos bancos italianos, que la Junta Única de Resolución Europa (JUR) ordenó liquidar el viernes, pero a diferencia del Popular, el Gobierno italiano moviliza "recursos de hasta 17.000 millones" para la liquidación ordenada. El Estado garantiza, además, posibles pérdidas a Intesa hasta 12.000 millones, con un esquema de protección de activos, lo que explica que el banco suba este lunes más de un 3% en bolsa. En total, por tanto, 17.000 millones de coste para el Estado -podría ser bastante más-, que asumirán los contribuyentes italianos, por contraste con el caso del Popular, que no ha supuesto coste alguno. Para los accionistas y tenedores de deuda subordinada de Veneto y Vicenza, la liquidación supone pérdidas por el desfase patrimonial, mientras que quedan a salvo los tenedores de deuda senior (11.800 millones) y los depositantes. Las diferencias con el caso del Popular, por tanto, están bastante claras. Intesa se hace así más grande -la última moda/tendencia marcada por el BCE- con 26.100 millones de activos sanos en préstamos, activos financieros valorados en 8.900 millones y 1.900 millones en activos fiscales, pero sin asumir el coste de 1.280 millones de la reestructuración de Veneto Banca y Banca Popolare di Vicenza: cierre de 600 de las 900 sucursales y recorte de 3.900 de los 9.960 empleados actuales. Rafael Esparza