El empresario Juan Carlos de Goycoechea, ex ceo en Argentina de la española Isolux Corsan y hombre de confianza del ex presidente de la empresa Luis Delso, ha aceptado colaborar con la Justicia de ese país tras admitir el pago de sobornos a cambio de contratos públicos. Argentina, además, es una plaza importante en la actividad de Isolux, donde llegó a sumar contratos por 1.600 millones de dólares.

De Goycoechea, detenido y a la espera de acogerse a la figura legal de “arrepentido”, no es el único implicado en un caso de corrupción que afecta a altos cargos de la etapa presidencial de Cristina Kirchner. El fiscal del caso, Carlos Stornelli, ya ha avanzado que “es muy posible que haya algún arrepentido más”. Hay otro más ya: Javier Sánchez Caballero, ex ceo de la constructora argentina IECSA, cuyo dueñlo es Angelo Calcaterra, primo del presidente Macri.

El ex ceo, Juan Carlos de Goycoechea, se acoge a la figura legal de “arrepentido” y canta ‘la traviata’

El caso, en lo que a Isolux se refiere, es una página negra más en la empresa, en concurso de acreedores desde hace un año, después de que Nemesio Fernández Cuesta tomara el mando y con Luis Delso, con un horizonte penal complicado por fraude fiscal.

Goycoechea ha llegado a un acuerdo con la fiscalía, que incluye, además del reconocimiento de los pagos, a través del ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, la garantía de que la empresa ratificará su declaración. En la investigación ha sido clave la información de Oscar Centeno, también detenido, el chófer de la mano derecha del ministro, Roberto Baratta, ex secretario de Estado de Coordinación y Gestión. Centeno apuntaba todo en una agenda y esos documentos, ahora, son una bomba de relojería. En esas anotaciones figuran pagos de 65 millones de dólares, pero podría aumentar a 200.

Los pagos para conseguir contratos, entre 2008 y 2015, servían para las campañas electorales

Según la información aportada por el diario argentino La Nación sobre los cuadernos de coimas (en la imagen), que dan cuenta del caso de corrupción con anotaciones muy concretas, la orden de los pagos de Isolux “venía directo desde España”, de la casa matriz y el empresario, según él mismo, “sólo tenía que ir a una financiera a buscar el dinero y entregarlo. No decidía nada”.

Ocurrió entre 2008 y 2015 para contratos de obras por 650 millones, aunque también señala que los montos de dinero pagados “no son los que se dicen” (los papeles de Centeno los sitúan en seis millones de dólares) y que lo hizo porque le “apretaban” para que diera dinero para campañas electorales. Entre los contratos públicos de aquella época está la central térmica de Río Turbio, en Patagonia, suspendida por el Gobierno Macri por el incumplimiento de los términos del contrato.

El caso amenaza con un efecto cascada como en de Lava Jato en Brasil, con Lula y Dilma implicados

El caso amenaza con un efecto cascada sobre los diez años de kirchnerismo en la contratación de obra pública. Goycoechea es el segundo empresario que ha roto con el pacto de silencio. Hay más implicados -seis de ellos detenidos, en celdas individuales- que podrían seguir mismos pasos que ex ceo de Isolux. Es lo mismo que sucedió en Brasil con Lava Jato, la mayor operación contra la corrupción que acabó implicando a los ex presidentes Lula da Silva y Dilma Roussef.