• Ya representan el 10% de las ventas totales del grupo.
  • Para alegrar a los accionistas la compañía aumenta el dividendo más del 10%.
  • Pero tampoco es tanto si tenemos en cuenta la evolución bursátil de los títulos.
  • El peso del negocio en España sigue cayendo aunque el efecto sede continúa intacto.
  • Inditex aporta el 2% del total de lo recaudado por Montoro al año.

Toda una novela de misterio han sido los resultados de Inditex del último periodo. A los primeros indicios de un menor volumen de ingresos a lo largo del último trimestre de 2017, afectado de manera relevante por la evolución del tipo de cambio, se unió el análisis comparativo con otros gigantes del sector textil como H&M, con una caída importante de su actividad. Estos nórdicos no lo hacen tan bien como era de esperar, si bien parece que es una pesadilla global, con evoluciones no tan favorables para Uniqlo, GAP o Primark en el último año. Todo ello ha sido suficiente para que la acción de Inditex se viera perjudicada de manera importante a lo largo de los últimos meses, con pérdidas continuadas en su cotización. Mucho miedo. Todo misterio e inquietud para la flagship española. En definitiva, toda una marca España afectada por sus resultados. Inquieto debería estar Rajoy. Y ahora resulta que tan mal no lo ha hecho. Incluso, parecen buenos resultados. El grupo cerró 2017 con un volumen de ventas de 25.336 millones de euros, un 8,7% más que en el ejercicio 2017, con un aumento de su Ebidta del 3,86%, hasta alcanzar los 5.277 millones. El ebit crece un 7% hasta los 4.314 millones. Descontando el efecto divisa, el crecimiento habría sido del 8% y del 12% respectivamente. Y para alegrar a los accionistas la compañía anuncia un aumento del dividendo de más del 10%, que teniendo en cuenta su evolución bursátil, tampoco es tanto. Eso sí, el mayor dividendo de su historia: 0,75 euros por acción. En definitiva, tan preocupados que están en Europa con ello, va a resultar verdad lo perjudicial de las noticias falsas, en las que posiblemente algo habrá tenido que ver Putin. Tengamos en cuenta que en superficie comparable, el grupo ha incrementado sus ventas igualmente en un 5%, lo que no está nada mal aunque es algo menos que hace un año. Este volumen de ventas se produce fundamentalmente en Zara, con una facturación de 16.620 millones y un incremento del 8%, algo que nos sorprende dado que llevo años sin poder comprar ropa en su principal enseña. La moda del slim fit está dejando mucho cadáver en el camino. Menos mal que aún tenemos opciones de comprar en Massimo Dutti y otras marcas de la textil, porque en caso contrario sería complejo justificar un aumento de las ventas de más de dos dígitos en cada una de las marcas del grupo. Cierto es que el negocio nacional pierde protagonismo, algo lógico por la enorme dispersión geográfica de su actividad. En el mercado español las ventas han sido de 4.129 millones de euros, lo que supone un aumento de más del 4%, representando ahora sólo un 16,3% del total de las ventas de grupo, cuando hace unos años las cifras eran de más del 20%. Algo lógico, teniendo en cuenta cómo vestimos por estos lares (de mal, me refiero). Debemos considerar que el volumen total de superficie de ventas aumentó en un 7% con 183 tiendas nuevas a nivel mundial, con un apoyo importante de la venta online que se elevó en el ejercicio en un 41%, un 10% del total de las ventas del grupo. Toda una antesala del proyecto del grupo de extender la venta por internet a todos los lugares donde tiene presencia física. Por ver alguna tara en sus resultados, en línea con Lefties, el margen bruto del negocio quedó fijado en 14.260 millones de euros, un aumento del 7%, con un leve empeoramiento respecto a las ventas, quedando fijado en un 56,3% frente al dato del 57% de hace un año. Sin duda, el efecto divisa y el hecho de ser una empresa global, ha afectado a esta partida dado que, eliminando el efecto tipo de cambio, el margen bruto habría quedado fijado en un 56,8%. Tampoco mucho disgusto. En definitiva, toda una alegría de resultados, sobre todo si lo comparamos con sus competidores. Se puede decir que Inditex, de momento, juega en otro nivel. De momento, en lo que llevamos de año, el aumento de las ventas ha sido del 9%, por lo que poco se puede criticar de su actuación. En general, todo un orgullo empresarial, que ha pagado 504 millones de euros en impuestos, un 2% del total de lo que recauda Montoro al año. Para la orgía de gasto público que anhela Podemos no está nada mal. Más les valdría llevarse bien con Amancio. Y por último, recordar que Pablo Isla ha ascendido a uno de sus hombres de confianza, Carlos Crespo. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com