Ingka Group, franquiciado de Ikea, ganó 1.189 millones de euros en su año fiscal, finalizado en agosto, un 34,6% menos respecto al año anterior.

La causa ha sido la de siempre: el impacto de la pandemia en su negocio.

La facturación llegó a los 37.368 millones de euros, un 4,8% menos. En ese sentido, la división Ikea Retail ingresó 35.200 millones de euros, un 4,1% menos que un año antes.

Las ventas por internet de Ikea crecieron un 60%, frente al 48% del ejercicio anterior.

Los costes de los productos y los servicios ofrecidos se situaron en 25.643 millones de euros, un 4,2% menos. De su lado, los gastos operativos se redujeron un 1,8% menos, hasta 10.454 millones de euros.

"Este último año nos ha puesto a prueba a todos, pero que hayamos gestionado para salir en una sólida posición financiera al mismo tiempo que hemos dado grandes pasos hacia nuestra transformación es un testimonio de nuestros valores y de la resiliencia de nuestros trabajadores", ha asegurado el viceconsejero delegado y director financiero de la multinacional, el español Juvencio Maeztu.

Recordemos que sus ventas cayeron un 9,3% en su último ejercicio fiscal (septiembre 2019-agosto 2020), hasta 1.447 millones de euros. Y todo ello, pese a que se dispararon las ventas online un 73%, a 187 millones.