Esta mañana, Felipe González ha dado en el clavo al comparar al Gobierno Sánchez con el camarote de los hermanos Marx, sobre todo cuando entran en una dinámica de discusión. “A veces sufro de esta dinámica en la que entramos que se parece mucho al camarote de los hermanos Marx, que cuando uno propone algo uno dice ‘y yo dos huevos duros más’. Eso no me gusta”, ha señalado en un encuentro online organizado por Nueva Economía Fórum.

El expresidente socialista siempre ha sido muy crítico con Pablo Iglesias y Podemos. Por ello, ha recordado que existe la ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado, que establece “un procedimiento de toma de decisiones que hay que respetar todos los días”. “Hay que respetar las decisiones del Consejo de Ministros”, que es un órgano colegiado donde “el presidente arbitra esas decisiones, pero no es un foro de decisiones de votaciones permanentes”.

Eso sí, González también ha criticado que “se legisle abundantemente por decreto ley” y espera que esto deje de ser así cuando acabe la situación de excepcionalidad que vivimos y decisiones que “deben tener una vocación permanente, vayan por trámite ordinario”. Asimismo, no está a favor de acuerdos con los independentistas y ha señalado que “no se le puede pedir a alguien que cree en la independencia de una parte del territorio que se comprometa con un proyecto de reconstrucción o de recuperación de España como país. Un proyecto de España no creo que le interesa a ERC ni a los herederos de Convergencia”, ha subrayado.

Aunque el expresidente no está de acuerdo con la deriva del PSOE desde que Sánchez es su secretario general no echa más leña al fuego: “No me sumaría a la creación de otro Partido Socialista”. No calcula cuánto hace que habla o no con Sánchez, pero tienen “comprometidas dos o tres citas que se han frutados” por lo vivido en los últimos meses con el coronavirus. Eso sí, ha subrayado que “nunca propondría que hubiera una ruptura” del PSOE y menos cuando “demasiadas rupturas estamos viendo en la realidad política española”. Al hilo de esto, ha pedido a los políticos que “guarden las navajas”, llamando a la unidad y al “acuerdo”, y que trabajen por el interés general.

Y lo más importante: No lo ha dicho directamente pero ha quedado muy claro: González quiere que el PSOE pacte con el PP y que los "extremos" y los separatistas queden fuera.