Espléndida -si breve, dos veces bueno- alocución de Santiago Abascal sobre la ley de eutanasia, tras su aprobación en el Congreso los Diputados. Lo ha calificado como "horror disfrazado de compasión" y a mí no se me ocurre otra definición mejor. 

Cuando celebramos la fiesta de los Santos Inocentes solemos evocar a los niños. A partir de aquí, en España habrá que pensar en los otros santos inocentes, los ancianos, disminuidos y deprimidos. En resumen, los débiles, que se asoman al vértigo de la muerte y que se olvidan de que la primera forma de pensamiento, es el agradecimiento... por estar vivos.

En cualquier caso, a partir de ahora, cuidadito con el hijo egoísta o la hija retorcida

En cualquier caso, a partir de ahora, cuidadito con el hijo egoísta o la hija retorcida. Está bien fiarse pero es mejor no fiarse.

Sí, entramos en era martirial. Por la eutanasia y por muchas otras cosas

Sí, entramos en era martirial. Es bueno recordarlo en esta fiesta de los santos inocentes. Por la eutanasia y por muchas otras cosas. ¿Que por qué lo sé? Pues porque la cristofobia resulta tan creciente que empieza a resulta agobiante. Y llega un momento en que el martirio de la marginación ya no le basta a los tiburones: al final se impone el olor de la sangre. Y ahí empieza la locura.