La negociación del ERE que afectará a más de 5.000 empleados y supondrá el cierre de casi 1.000 oficinas del Santander, no podía empezar de una peor manera. La propuesta que el banco ha realizado este jueves ha sido calificada de “inasumible” por CCOO, el sindicato mayoritario en la entidad. Lo cierto es que el banco ha ido empeorando las condiciones de los sucesivos expedientes de regulación de empleo hasta el presentado este jueves.

Lo más significativo, en cualquier caso, es la intención de prejubilar a partir de los 55 años, semanas después de que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, admitiera asegurara que la intención del Gobierno es poner fin a las prejubilaciones, que suponen una carga adicional al sistema público de pensiones. “Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que tenemos que intentar otros métodos de política económica”, afirmó.

Lo cierto es que la próxima reforma del sistema de pensiones, cuya negociación comenzó esta semana, marcará un antes y un después en las prejubilaciones. Hasta entonces, las empresas tienen vía libre para acogerse a ellas, aunque no deja de ser un desafío al Ejecutivo.

En el caso del Santander estamos hablando de prejubilaciones a partir de 55 años de edad con el 65% de salario más el convenio hasta cumplir los 63. Otra opción es aceptar el 55% del salario más el convenio especial y un 50% del complemento voluntario especial, también hasta los 63. En ambos casos se exige una antigüedad mínima de 15 años en el banco.

En cualquier caso, CCOO ya le ha trasladado a la entidad que su primera condición para negociar es reducir el número de salidas y, a cambio, ampliar el número de recolocaciones, inicialmente previstas para 1.090 trabajadores.