Es la gran operación del verano, y como todas las entelequias político- mediáticas, sólo funcionará cuando alguien ponga dinero y cuando el poder no se oponga a ese dinero que alguien pone.

Se trata de segregar de Vocento lo que fuera el grupo El Correo, el más importante grupo de prensa local de España, y dejar el ABC en manos de las hermanas Catalina y Soledad Luca de Tena. ¡Ah!, y volvería el ínclito José Manuel Vargas, con sus fondos, los mismos con los que intentó hacerse con la pública AENA.

Enfrente, César Alierta, quien aún pretende una opa sobre Prisa y fusión con Vocento, incluido ABC

Incluso las familias Ybarra y Bergareche pasarían a ser accionistas de PRISA, lo que no deja de tener gracia. Por de pronto, la pasada semana terminaba con que los Ybarra no habían conseguido echar de Vocento a Luis Enríquez, mientras las dos empresas, Prisa y Vocento continúan siendo dos empresas ruinosas. Ahora mismo, la preocupación de Emilio Ybarra y Churruca es dejar a sus cuatro hijos, dos hijos y dos hijas, bien situados.

En el momento presente, en Prisa manda Javier Monzón en nombre de Ana Botín… y de Pedro Sánchez, que no en vano las relaciones entre la banquera y el presidente del gobierno sigue en etapa dulce. De hecho, quien más interesado está en fusionar Prisa y Vocento es ‘el gran hombre’ de Moncloa, mercenario Iván Redondo.

En el entretanto, Javier Monzón continúa ninguneando a Telefónica y ahora piensa en vender Santillana

El País ha pasado de estar liderado por el ególatra Juan Luis Cébrián quien -por el bien de la España progresista e ilustrada, como se pueden imaginar- puso el diario al servicio, no del PP, pero sí de Mariano y Soraya a ‘no estar’ liderado pero sí mandado por la servil Soledad Gallego-Díaz, que llama cada mañana a Moncloa para conocer la estrategia del día o cómo se arremete contra los enemigos del grandísimo ‘Peter’ Sánchez.

Naturalmente, El País y la SER jamás ponen en solfa al Santander aunque sí a Telefónica. Ya hemos contado en Hispanidad que el presidente de PRISA, Javier Monzón presume de que en el grupo editorial manda el Santander y paga Telefónica.

En El País han pasado del ególatra Cebrián a la servil Soledad Gallego-Díaz, del PP al PSOE… y con Ana Botín al fondo

Por cierto Monzón, tras re-hacerse con el control total de Santillana ha puesto en venta, 'again', la editorial. Y es que el Santander está dispuesto, con el beneplácito mudo de Telefónica a mantener la pervivencia agónica permanente (PAP) de El País y la SER. Son negocios ruinosos pero ninguno se cierra porque no interesa políticamente y, ‘of course’ porque son muy progresistas.

Ahora bien, el enemigo de todo este proyecto es César Alierta. A pesar del problema de salud sufrido durante su reciente viaje a Chile. Alierta no desiste de lanzar una opa sobre PRISA. Asegura controlar, mediante el famoso grupo Amber, cerca de un 30% de la compañía, y aunque el casi 10% del capital de Prisa en poder de Telefónica nunca le ha apoyado –ni le apoyará- Alierta posee dinero suficiente para lanzar una opa sobre PRISA. A esa opa no sería ajeno el grupo Henneo (Heraldo de Aragón, 20 Minutos, familia Yarza), casualmente accionista de Vocento, con Fernando de Yarza al frente. 

En agonía permanente. Por su interés político y financiero, El País y la SER se han convertido en dos negocios ruinosos que nunca se cerrarán

Así que el proyecto es simple: El País, la SER y los regionales de Vocento al servicio de don Pedro Sánchez. O esto, o César Alierta controlará El País… más todo el grupo Vocento, sin desgajar el ABC.

Por cierto que esta segunda opción, a la que no veo muchas posibilidades resultaría un exponente del actual estado de cosas, en el periodismo español actual, donde el ideario tan sólo es una elemento del marketing del negocio y no el principal. Los grandes multimedia se han convertido en un oligopolio progresista. Porque claro, tendía gracia que dos periódicos de idearios presuntamente enfrentados, como El País y ABC, pertenecieran al mismo dueño.

Los grandes multimedia se han convertido en un oligopolio progresista

¡Qué digo! si esto ya ocurre hoy en España. Por ejemplo, Planeta es dueña de la conservadora A3 TV y de la ultraprogre La Sexta.

Se me escandalizan ustedes por cada quisicosa…