La evolución en bolsa de los dos grandes grupos audiovisuales, Mediaset y Atresmedia, visualiza una tendencia negativa que viene de atrás y que se traduce, en los doce últimos meses, en una pérdida de un tercio de su valor. Las acciones, en los dos casos, valen tres euros menos, aunque sobre cotizaciones distintas.

Los títulos de Mediaset, en concreto, con referencia al 1 de septiembre de 2017, han caído de 9,51 a 6,30 euros, un 33,7%, mientras que los de Atresmedia han pasado de 8,79 a 5,60 euros, un retroceso del 36,3%. El balance es demoledor en los dos casos y refleja, más allá del dato puntual, un declive del modelo de la televisión en abierto.

El termómetro del declive de la TV generalista está en los contenidos (sobre todo series), que ofrece la de pago

Los analistas han estado pendientes hasta ahora, sobre todo, del efecto de la publicidad en las cuentas de los dos grupos, pero empiezan a incorporar en sus cálculos el arañazo en cuota de plataformas como Netflix o HBO, con una oferta televisiva volcada sobre todo en las series.

También YouTube, en el ámbito de Internet, que capta sobre todo a público joven. Sin olvidar a las cadenas de pago, Movistar+, Vodafone TV y Orange TV, que suman el fútbol a la apuesta de todos con las series.

Lo que muestra todo lo anterior es el punto débil de la TV en abierto: los contenidos. Priman los de más calidad para captar audiencia, frente a la telebasura en la que sigue instalada en la TV en abierto, sobre todo Telecinco. También pueden competir todavía con los espacios informativos, pero son, paradójicamente, los menos rentables.

Mediaset y Atresmedia se zampan el 83% de los ingresos por publicidad en España con un 54,7% de audiencia

Las dos piernas del Duopolio TV en España son conscientes de esa tendencia. Por eso están apostando, desde hace tiempo, por las series. Es un modo de calentar la oferta con canales potencialmente de pago. Primero enganchas audiencia, para cobrar después por esos mismos contenidos.

Mediaset y Atresmedia son un duopolio, por último, porque los ingresos que reciben por publicidad no se corresponden con sus cuotas de pantalla. Los últimos datos de la CNMC, de mayo, sobre el negocio televisivo ponen de relieve que los ingresos de la TV de pago en España crecieron un 14% en 2017. Es una realidad. La otra, que los dos principales grupos se zampan 83% de los ingresos publicitarios, a pesar de que su cuota de pantalla es del 54,7%, un 27,5% de Mediaset y 27,2 de Atresmedia, con dos canales por encima del resto, Telecinco (12,5%) y Antena 3 (11,9%).