Esto no marcha. Si hace una semana el INE rebajó el crecimiento del PIB en 2018 del 2,6% al 2,4%, este martes ha sido el Banco de España el que ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento realizadas en junio. Nuestra economía no crecerá el 2,4% en 2019, sino el 2%. La ralentización se prolongará en 2020 -solo creceremos el 1,7%- y en 2021 (1,6%).

¿Hay riesgo de recesión? Según Óscar Arce, director general de Economía y Estadísticas del Banco de España, no. “Salvo una perturbación muy grande, muy negativa, es muy difícil” que entremos en recesión, ha señalado. Ahora bien, si los riesgos actuales van a más -la guerra comercial entre EEUU y China, un brexit sin acuerdo, una caída más profunda de la economía europea…- la situación puede empeorar significativamente, sin descartar la recesión. En cualquier caso, no parece que se vaya a producir en el corto plazo.

La caída del consumo privado y la reducción de la inversión de las empresas durante la primera mitad del año han forzado al Banco de España a rebajar sus previsiones de junio. Así, en lugar de terminar 2019 con un aumento del consumo privado del 1%, lo haremos con una tasa negativa del 0,8%. Y el aumento de la inversión de las empresas no será del 2,3%, sino del -1,4%.

Las nuevas estimaciones del Banco de España son especialmente duras: cerraremos 2019 con una tasa de paro del14,1% y no del 13,9%, y la evolución hasta 2021 será aún peor

No cabe duda de que la economía española se está frenando a marchas forzadas y esto impactará muy negativamente en la creación de empleo. Las nuevas estimaciones del Banco de España son especialmente duras: cerraremos 2019 con una tasa de paro del14,1% y no del 13,9%, y la evolución hasta 2021 será aún peor: en 2020 será del 13,6% (seis décimas más de los previsto) y en diciembre de 2021 será del 13%, un 0,9% superior a lo estimado en junio.

Como se puede ver, las estimaciones no son muy positivas. ¿Pueden cambiar a mejor? Pueden, pero no parece que vaya a suceder. En cualquier caso, si lo hacen, será por la mejora de la situación externa. Las vulnerabilidades de nuestro país parecen infranqueables en estos momentos: deuda pública por encima del 97% del PIB, deuda externa bruta, que supera el 160% del PIB, paro por encima del 13% y la tan necesaria reforma de las pensiones. Que alguien haga algo, y pronto.