El Consejo de Administración de DIA parece que se hizo algo consciente de las dificultades de la compañía en 2019, año en que se duplicaron las pérdidas, pues su remuneración bajó un 17%, desde los 3,892 millones de 2018 a los 3,245 millones el año pasado. De esta cifra, el que más recibió fue, lógicamente, el CEO, Karl-Heinz Holland, que se llevó 1,86 millones por su labor desde el pasado 21 de mayo.

Este último vio elevada su remuneración un 97% al pasar de consejero dominical (silla que ocupó entre el 20 de abril y el 18 de diciembre de 2018, recibiendo un total de 62.000 euros) a primer ejecutivo de DIA. De los 1,86 millones que ha cobrado el año pasado, 1,842 millones corresponden a su retribución en metálico y 18.000 euros a otros conceptos (seguro de vida, seguro médico y uso de vehículo) por poco más de siete meses de trabajo. Conviene destacar que cuando se fichó a Holland, se estableció que la remuneración fija y variable del primer ejecutivo podría alcanzar un máximo de 3 millones. Además, la compañía corre con los costes de su alojamiento, que ascienden a 46.000 euros.

DIA ha repartido 9 millones entre sus trabajadores y franquiciados por su trabajo durante la crisis del coronavirus

Tras Holland, el mejor pagado fue su antecesor en la silla de CEO, Borja de la Cierva, que recibió 653.000 euros. En esta cuantía están incluidos los 354.000 euros de su indemnización. Recuerden que De la Cierva relevó a Antonio Coto, quien con anterioridad había sustituido a Ricardo Currás. Precisamente, en relación a este último, DIA ha hecho uso de la cláusula clawback, que le permite reclamar reembolsos de retribuciones ya cobradas, y en este caso, reclama a Currás 2,78 millones en concepto de variables de varios años y su indemnización. Recuerden que ya ha empezado el periplo judicial: el exCEO Ricardo Currás y cuatro exdirectivos, imputados por supuestas irregularidades contables

Paralelamente, no se puede olvidar que la crisis provocada por el coronavirus ha provocado un aumento considerable de la actividad de la cadena de supermercados. Por ello, ha incrementado sus servicios de compra online y ha decidido repartir 9 millones entre sus trabajadores y franquiciados (lo que supone un pago especial de unos 250 euros por persona) por su trabajo durante esta crisis. Eso, sí, la cotización se ha movido al alza: actualmente está en 0,149 euros, casi el doble que cuando presentó los resultados de 2019 (0,079 euros), aunque aún acumula una depreciación del 97,5% respecto a los 6 euros que valía cuando entró el magnate ruso Mikhail Fridman en el accionariado el 28 de julio de 2017.