Valencia. Palacio de la ópera, el Reina Sofía. El podemita (perdón, de Compromís, que es lo mismo pero peor) alcalde de Valencia, Joan Ribó, inaugura el Congreso de la confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) que capitanea Isidro Fainé.

Ribó comienza hablando en valenciano -¿o es catalán?- lo cual no está nada mal para una sociedad en absoluto catalanizada y que asegura hablar ‘valenciano’.

Para un podemita como Ribó, la crisis económica actual es una crisis más del capitalismo que además, aporta una crisis sanitaria.

Es crisis del capitalismo que demuestra lo frágil que es nuestro sistema, especialmente el capitalista.

Podemos sigue sin entender que tanto el socialismo como el capitalismo son los enemigos de la propiedad privada

Y  claro, Ribó habla de los directivos de lo público y de lo privado en el Consejo de CEDE. Algo de razón tiene Ribó pero sólo de carambola: el enemigo de la propiedad privada son dos: el socialismo y el capitalismo. Entre otras cosas, porque lo liberal es la defensa de la pequeña propiedad privada. Es más, si no es pequeña, tampoco es propiedad.

Y luego la cantinela del progre: la crisis del coronavirus va a transformar la forma en que se relacionan las economías y las personas.

¿A qué no? Los efectos de la crisis sanitaria duran un minuto más que la propia crisis, lo que no ocurre con las crisis económicas.

Pero lo sacaremos adelante entre “todos y todas”. Eso es definitivo.