El prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Gerhard Müller, afirmó que los políticos católicos “tienen que luchar contra el aborto y la eutanasia. El Papa, las congregaciones y los obispos han dicho que no podemos aceptar en la sociedad civil la eutanasia por ser contraria a la vida, o el aborto por significar la muerte de los inocentes en el vientre materno. Cada vida del hombre individual tiene un valor absoluto en sí mismo”.

Lo dijo en una entrevista exclusiva concedida al director del Grupo ACI, Alejandro Bermúdez, durante el programa ‘Cara a Cara’ de EWTN en Español.

El cardenal añadió que los políticos “solo pueden nombrarse católicos si únicamente aceptan la obligación de luchar por los principios fundamentales de la ética social, que son los derechos de los hombres”, recoge Aciprensa.

“Uno no puede definir los derechos humanos como quiera. Es una reflexión filosófica, antropológica, fundamental, y no se puede decir que una mujer tiene el derecho de matar al niño en su vientre, porque este niño es una existencia humana de propio valor absoluto y esto es el principio de la moral fundamental y de la lógica del intelecto humano”, añadió.

Incluso aquellos que “no creen en Dios, en un Dios personal de la tradición judeo-cristiana, pueden entender con intelecto que la vida de cada hombre no es un elemento que podemos manejar según nuestros intereses”, ya que “la vida de cada hombre es sagrada”, destacó el cardenal Müller, recoge la misma agencia.

Si no se defienden los derechos humanos, “terminaremos en social-darwinismo, el derecho del más fuerte”

El Cardenal Müller recordó también que “los políticos católicos deben de promover el derecho natural, los principios de la ética fundamental”, así como “la Doctrina Social de la Iglesia inclusivamente, y todos los esfuerzos para la paz universal”.

Asimismo, subrayó que los “políticos católicos tienen una gran responsabilidad en las democracias”, pero también “en las dictaduras”, ya que “tienen la responsabilidad de luchar por la libertad y la dignidad humana, como sucedió en Alemania, en mi país, durante la dictadura de Hitler”. “Había también buenos católicos con mucho compromiso, hasta el sacrificio de su propia vida”, recordó.

Ya que si no se defienden los derechos humanos, “terminaremos en social-darwinismo, el derecho del más fuerte”. “Hay una diferencia a una existencia salvaje, de los animales, que no entienden nada y actúan según sus instintos. El hombre actúa según el intelecto, según la mente, según el logos; esto distingue al hombre de los otros. El logos es un instrumento para las necesidades técnicas y prácticas, pero también para el intelecto metafísico y moral. Esta es la dimensión más fundamental y profunda del intelecto humano”, concluyó, según recoge Aciprensa