La vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño, ha pasado del tirón de orejas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha dado a España la mayor rebaja de previsiones económicas entre los países desarrollados. “Están más o menos en línea con la de los principales organismos. El ajuste ha tenido que ser un poco superior” al incorporar la nueva metodología del INE, ha explicado la ministra a su entrada al Eurogrupo, añadiendo que “todos los organismos coinciden en considerar que nuestro país crecerá durante 2020 por encima de la media de la UE”.

Sin embargo, el organismo que dirige Kristalina Georgieva parece que no se fía del Gobierno de coalición, pues estima que nuestra economía crecerá un 1,6% este año, dos décimas menos de lo que preveía el pasado octubre, por una desaceleración “más marcada” de la demanda interna y las exportaciones. Y ojo, porque espera que la economía española mantenga ese ritmo de crecimiento (+1,6%) en 2021, una décima menos respecto a su anterior estimación, que coincidía con la del Banco de España, y tres décimas menos que la última estimación de BBVA Research.

Calviño destaca que España seguirá creciendo por encima de la media de la UE

Según el FMI, el PIB de la zona euro subirá un 1,3% este año y un 1,4% el próximo. Por su parte, la economía mundial crecerá un 3,3% este año y un 3,4% en 2021, una y dos décimas, respectivamente, por debajo de lo pronosticado en octubre.

Parece que a Calviño le importa más otro asunto que el palo del FMI: convencer a Bruselas sobre la política económica del nuevo Gobierno… para renegociar una nueva senda del déficit. Este lunes, antes del Eurogrupo, se ha reunido con los vicepresidentes de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis y Margrethe Vestager, así como con el comisario de Economía, Paolo Gentiloni