Dada la censura que están imponiendo los gigantes de internet (por ejemplo Facebook, Twitter, Instagram, Amazon, Apple, Google o YouTube) si no opinas como ellos, en EEUU cada vez más personas están utilizando redes sociales y buscadores alternativos para internet.

Por ejemplo, en lugar de Facebook, utilizan WeMe o Clouthup.

Asimismo, en vez de Twitter, usan Gab.

En lugar de WhatsApp, se están pasando a Telegram, Parler o Signal.

Para no usar YouTube utilizan Rumble, Brighteon y Bitchute.

Como navegadores, en vez de Chrome o Firefox se están pasando a Brave Browser.

Y, como buscadores en internet, en lugar del archiconocido Google, usan Duck Duck Go, Qwant, Sear X o Good Gopher.

Y es que la dictadura del pensamiento único y de lo que se tiene que opinar en las redes preocupa incluso a los políticos.

Por cierto, podría surgir alguno español o hispanoameicano. O al menos, europeo.

Y es que la dictadura del pensamiento único y de lo que se tiene que opinar en las redes preocupa incluso a los políticos

Recientemente, el presidente de Vox, Santiago Abascal, anunciaba que ha “empezado a hablar con distintos líderes políticos internacionales, y seguiré haciéndolo en los próximos días” ya que “las ‘bigtech’ no pueden convertirse en policías globales del pensamiento. Y mucho menos de un pensamiento sectario, que guarda sitio para talibanes, terroristas y chavistas y censura a los disidentes”, explicaba.

Abascal añadía: “Muchos de los que ahora lo aplauden (porque Trump no les gusta) se arrepentirán muy pronto al comprender que ya no son libres de opinar contra el poder y de que vamos de cabeza a un totalitarismo global dirigido por un puñado de oligarcas y multimillonarios privilegidos. Si las grandes tecnológicas deciden quién puede opinar en las redes sociales y quién no, ¿de qué sirven constituciones, derechos, soberanías y jueces si todo queda sometido al criterio de unos pocos? Nos jugamos la Libertad y la democracia frente a la censura y la tiranía".

Incluso la UE ha criticado la censura que hizo Twitter con el presidente de EEUU, Donald Trump, a quien le cerró su cuenta con 88 millones de seguidores. Se escuchó la voz de Merkel, vía portavoz, calificando el cierre de la cuenta de Trump de “muy problemático”, mientras que ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, advirtió que esta regulación no puede hacerla una “oligarquía digital”, recoge La Vanguardia.

Lo resumió con precisión el comisario de Mercado Interior de la Comisión Europea, Thierry Breton. “El hecho de que el presidente de una compañía pueda desconectar el altavoz de POTUS -las siglas que identifican al presidente de Estados Unidos- sin ningún control ni contrapeso es desconcertante. No sólo es una confirmación del poder de estas plataformas, sino que también muestra profundas debilidades en la forma en que nuestra ­sociedad se organiza en el espacio digital”, escribió el comisario.

“Lo que vimos el miércoles fue sólo el clímax de unos acontecimientos muy preocupantes que han ocurrido a nivel global en los últimos años. Tiene que ser una señal de alarma para todos los defensores de la democracia”, añadió Josep Borrell, Alto Representante de la UE.