El proyecto comenzó en verano de 2014 y ahora, en 2020, está pendiente de la aprobación de las autoridades norteamericanas, de la FDA (Food and Drug Administration), para ser exactos. Y es que Bill Gates está muy preocupado por el cambio climático y cree que el culpable es el hombre. Por eso, hay que reducir la población mundial que actualmente es de 7.700 millones de personas. Demasiada gente.

Lo que no puede suceder en ningún caso es que se cumpla la previsión de Naciones Unidas, esto es, que dentro de 30 años lleguemos a más de 9.500 millones de personas. Porque el argumento de la ONU, que también sostiene Gates, es definitivo, aplastante: a más personas, más cambio climático. Sin comentarios.

Conclusión a la que ha llegado Bill Gates y su esposa Melinda: hay que impedir la reproducción de la malvada especial humana, pero los métodos actuales son tediosos y, en ocasiones, se olvidan. Lamentable. Inventemos, pues, un anticonceptivo permanente que permita a las mujeres olvidarse de que lo tienen.

El dispositivo ya está listo después de seis años de investigación, a la que Gates ha destinado 15 millones de dólares. Es un chip que se implanta debajo de la piel durante 16 años, durante los cuales va liberando diariamente pequeñas dosis de una hormona llamada levonorgestrel, ya utilizada en la píldora del día después. En otras palabras, es potencialmente abortivo. Y el no va más: se puede controlar a distancia, lo que no deja de ser un aliciente para los hackers.