El holandés Bertrand Kan es el nuevo presidente de la teleco Cellnex, en sustitución del italiano Franco Bernabé.

Kan era un consejero independiente que fuera fichado por un cazatalentos, cuando Cellnex salió a bolsa, cuando todavía era propiedad de Abertis (hablamos de 2015).

Hasta el momento, dirigía la Comisión de Auditoría. Es un banquero de inversión que ha pasado por distintas casas de bolsa, como dicen los japoneses, aunque en todas ellas dedicado al sector telecos.

Kan es, además, uno de esos holandeses trotamundos, que vive en Europa seis meses al año y en América otros seis. Ya saben: evitando el invierno septentrional y el invierno austral.

Siempre ha apoyado la estrategia de Cellnex, que podría definirse como la cobertura de todos los segmentos de transmisión telemática menos la última milla. Digamos que Cellnex es un mayorista de telecos.

Por ejemplo, un día antes del relevo presidencial, Cellnex anunciaba un acuerdo con Deutsche Telekom que mantiene la misma estrategia: se trata de ampliar el uso de torres de telecomunicación con los Data Center, esos habitáculos que deben extenderse por las ciudades (en habitaciones de entre 15 y 60 metros cuadrados, como el de la imagen inferior) y que resultan imprescindibles para el despliegue de la red 5G. Como saben, la clave de la red de telecomunicaciones del futuro es la latencia, es decir, el mini-lapso que trascurre entre que se ordena la transmisión y se ejecuta. Para ello, los Data Center, un algo parecido a los transformadores de las compañías eléctricas, resultan vitales. Y el problema, claro, será el mundo rural.

Datacenter

Pues bien, con Kan en la Presidencia no cambiará esa estrategia mayorista de Cellnex, ni tampoco su expansión geográfica por Europa.

En cualquier caso, Bertrand será presidente no ejecutivo. El primer ejecutivo de Cellnex sigue siendo su fundador Tobías Martínez.