Me comenta un virólogo que el doctor Fernando Simón, el epidemiólogo más famoso de España, al que sólo le falta salir en el Hola, ha vendido su alma al Gobierno socio-podemita.

La verdad es que cuesta explicar la actitud de un epidemiólogo (es decir, un señor que tiene más de estadístico que de médico) que se presenta como científico, como técnico puro, que nunca se mete en política pero que, al mismo tiempo, se dedica a apuntalar las consignas socialistas.

Hoy, sábado 9 de mayor, don Fernando se ha dedicado a realizar una comparación de la situación del Covid-19 en España con otros países. Ha empleado el mismo sistema que repiten los ministros y, sobre todo, RTVE cuando nos explican que los fracasados son Trump y Bolsonaro, que están matando a sus conciudadanos por no tomar medias para protegerse. Medidas como las del ciudadano Sánchez, quien nos ha encerrado en casa.

La técnica de Simón ha consistido en la misma del PSOE, del Gobierno y de RTVE: compara a España consigo misma y con otros países… pero sólo en el ritmo de crecimiento de los contagios.

Simón insiste en lo mismo que ya hicieron Sánchez, Illa, Montero, etc: al comienzo de la epidemia el ritmo de contagiados crecía al 35%, ahora lo hace al 0,3%. Hombre claro, es que si hubiera seguido creciendo al 35% estaríamos todos contagiados y/o muertos.

Pero miren por donde nuestros expertos en estadística ni se plantean la comparación más obvia, la más elemental, y la más relevante y la que mejor resume la situación: compara el número de contagiados por habitante y el número de fallecidos por habitante. Y resulta, miren por donde, que España es el país del mundo con más infectados por millón de habitantes y el que tiene más muertos por millón de habitantes. Más que los que empezaron antes (China o Italia), mas que los que empezaron como nosotros (Alemania o Francia) y más de los que empezaron después (Estados Unidos o México). Y ojo, el español, bien presume de lelos don Pedro Sánchez, ha sido el confinamiento más drástico de todos… “o de los más drásticos”.

Porque claro, decirnos que en Estado Unidos nos triplican en número de muertos o de contagiados cuando España tiene 47 millones de habitantes y Estados Unidos 340… no vale.

Por eso digo, y lo digo con mucha tristeza, que por primer vez me avergüenzo de ser periodista. Con notables excepciones, sí, pero eso no me consuela. Hoy me avergüenzo de ser periodista en la era del coronavirus: ¿Hasta cuándo vamos a seguir, de forma borreguil, las consignas de Moncloa? Porque esto lo saben los periodistas y, naturalmente lo sabe el doctor Simón. 

Más nos valdría preocuparnos de la verdad y de la libertad, antes de lo que hoy llamamos rigor y profesionalidad.