El católico Sebastian Kurz, líder del Partido Popular Austríaco (OVP), inicia este lunes su búsqueda de socios para gobernar Austria por segunda vez, respaldado por su amplia victoria en las legislativas del domingo, pero privado del apoyo de la extrema derecha (el FPO), su antiguo aliado, informa Swissinfo.

El 37% conseguido en los comicios, según resultados preliminares, representa una considerable revancha para el jefe del Partido Popular Austríaco (OVP), cuatro meses después de la caída de su coalición con el Partido de la Libertad de Austria (FPO) (euroescéptico, nacionalista austriaco y conservador según Wikipedia), tras el estallido en mayo del escándalo de corrupción conocido como “Ibizagate”.

El escándalo del caso Ibiza le costó la dirección y el cargo de vicecanciller a Heinz-Christian Strache (del FPÖ) tras publicarse un vídeo grabado con cámara oculta en el que proponía contratos públicos a una supuesta sobrina de un magnate ruso a cambio de apoyo electoral y una posible financiación ilegal. Y también provocó una moción de confianza que hizo caer a Kurz, apoyada por los socialdemócratas, un pequeño partido ecologista y el propio FPÖ, que hasta hace una semana era el socio de coalición en el Gobierno.

El partido, anti-islam y anti-inmigración y que durante los últimos días de campaña se enfrentó a nuevas sospechas de malversación, perdió alrededor de 16% respecto a las últimas elecciones

Ya la noche del domingo, el FPO, que gobernó con los conservadores de Kurz durante 18 meses, anunció su intención de pasar a las filas de la oposición, tras una caída en las urnas más marcada de lo previsto. El partido, anti-islam y anti-inmigración y que durante los últimos días de campaña se enfrentó a nuevas sospechas de malversación, perdió alrededor de 16% respecto a las últimas elecciones y "no está en posición" de gobernar, dijo su nuevo jefe, Norbert Hofer. Las ultimas acusaciones de corrupción contra el que fuera hasta mayo líder indiscutible del FPÖ en los últimos 15 años, Heinz Christian Strache, están detrás de la deserción de sus votantes.

En cambio, los Verdes se beneficiaron de la movilización internacional a favor del clima y quedaron como claros ganadores de las legislativas, con un resultado de 14% que les permitiría formar una mayoría gubernamental con Sebastian Kurz.

Bajo su Gobierno, se cerraron siete mezquitas y se expulsó a 60 imanes financiados por los turcos, medida con la que estuvo de acuerdo la oposición liberal y socialdemócrata austriaca y hasta los Verdes...  Y es que Kurz es partidario de la emigración musulmana, siempre que se integren.