La pandemia del coronavirus y la crisis económica ha puesto a las aerolíneas de todo el mundo, al borde de la quiebra. Las semanas de confinamiento y las restricciones en distintos países han sido un golpe para su liquidez, con miles de vuelos cancelados y aviones parados: Qatar Airways ya ha pagado más de 1.000 millones de euros en reembolsos por cancelaciones a unos 600.000 pasajeros desde marzo, pero IAG no da la cifra y aún tiene 104 aviones en tierra.

La aerolínea catarí ya ha resuelto el 96% de las solicitudes, aunque sólo el 36% de los viajeros ha optado por el reembolso del dinero. La mayoría han optado por cambiar la fecha o el destino, o canjear su billete por un bono. El principal accionista de IAG (dueño del 25,1%), posición que quiere mantener y por ello acudirá a la ampliación de capital de 2.750 millones, ha mostrado más transparencia en este tema que su participada.

El holding aéreo que integra a British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level no ha dado cifras de cuánto ha pagado ya en reembolsos, pero la situación económica es delicada. Tras perder 3.806 millones de euros en el primer semestre y la falta de una ayuda en condiciones por parte del gobierno británico y del español, anunció que ampliará capital. A esto se suman los despidos en British Airways (12.000, aunque ha hecho rebajas) y los ajustes que habrá en Iberia y Vueling: en estas últimas se empezará por reducir la capacidad, como recoge El Economista.

Sin embargo, Iberia y Vueling no son las únicas que optan por dicha medida: Ryanair ha anunciado que reducirá su capacidad un 20% en septiembre y octubre por la menor demanda, sobre todo, en España y Francia. Asimismo, los más de 800 pilotos de la low cost irlandesa han aceptado rebajarse su sueldo un 20% durante cuatro años a cambio del compromiso de mantener los puestos de trabajo. Esperemos que el CEO, Michael O’Leary, lo cumpla, aunque, por ahora, ya sale ganando con una mayor precariedad laboral.

Y la crisis del coronavirus también ha golpeado a las aerolíneas de Hispanoamérica. A las pérdidas de la brasileña Azul y la colombiana Avianca, ahora se suman las de la chilena Latam Airlines, la mayor de Hispanoamérica: ha perdido 745 millones en el segundo trimestre, 14 veces más que hace un año (-52,6 millones), y ha desplomado sus ingresos un 75,9%, hasta 478 millones, por la caída de pasajeros.