El coronavirus sigue suponiendo un gran batacazo para las aerolíneas, colocadas al borde de la quiebras. El grupo Lufthansa no despega, pues ha tenido unas pérdidas de 5.584 millones de euros hasta septiembre… aunque aún no ha tenido que echar mano de los 6.300 millones de ayudas y rescates que le han aportado los gobiernos de Alemania, Suiza, Austria y Bélgica.

Estas pérdidas contrastan, y mucho, con el beneficio neto de 1.038 millones logrado en el mismo periodo del año pasado y superan las registradas en el primer semestre. El Ebitda del grupo aéreo alemán formado por las aerolíneas Lufthansa, Swiss, Austrian Airlines, Brussels Airlines y Eurowings ha sido negativo: -2.227 millones.

El grupo aéreo prevé volar a un 25% de su capacidad en invierno, con 125 aviones y continuará con el plan de reestructuración para seguir reduciendo costes

Los ingresos se han derrumbado un 60%, hasta 10.005 millones, por la caída de pasajeros (-71%, hasta 32,1 millones de personas) en 321.054 vuelos (-64%) que han provocado que los ingresos por tráfico hayan caído un 65%. Por su parte, los gastos aún han sido muy elevados, situándose en 16.345 millones, aunque supone un 41% menos por la reducción de costes puesta en marcha.

Lufthansa cuenta con 10.100 millones en efectivo, a pesar de que ha visto muy reducido su funcionamiento por la pandemia. De estos, 6.300 millones proceden de las ayudas y rescates de los gobiernos antes citados. Al menos, la deuda neta ‘sólo’ ha pasado de 6.700 millones a 8.900 millones desde final del año pasado y hasta septiembre.

El grupo aéreo prevé volar a un 25% de su capacidad en invierno, con 125 aviones y continuará con el plan de reestructuración para seguir reduciendo costes. Y espera poder volver a generar un flujo de caja operativo positivo en 2021, aunque ojo, porque para ello necesita operar al 50% de la capacidad precrisis y la segunda ola de la pandemia no lo podría poner fácil.