A la vista de sus resultados del primer trimestre, parece que AENA vuela porque gana un 37,4% más que hace un año, pero también aumenta los ingresos y lo más positivo, reduce deuda. Así, el gestor aeroportuario demuestra que el hecho de que el Estado tenga el 51% no le impide seguir creciendo, como afirmó su presidente, Jaime García-Legaz, hace unas semanas en la Junta de Accionistas.

El beneficio neto ha sido de 111,1 millones de euros (+37,4%), por la buena evolución del negocio por el aumento de pasajeros y los menores gastos financieros. En concreto, los pasajeros de los aeropuertos de la red de AENA han ascendido a 53,2 millones (+9,2%) gracias a la Semana Santa, y los gastos financieros han bajado un 20,1% (6,6 millones), hasta los 26,1 millones. Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se ha situado en 364,2 millones (+13,8%)

Los ingresos han ascendido a 841,9 millones, lo que supone un 6% más que hace un año. Entre ellos, destacan los aeronáuticos -su principal negocio (556,3 millones)-, que suben un 5,3% y los comerciales (221,9 millones), que continúan aumentando (+7,5%) y ya suponen el 26,4% del total.

La mejora de los resultados ha permitido reducir la deuda financiera neta hasta los 6.870,6 millones respecto a los 7.156 millones al cierre de 2017. De esta forma, el ratio de apalancamiento es de 2,6 veces el Ebitda, muy lejos del 13,7 veces que tuvo en 2011.

Mención aparte merece el aeropuerto de Luton. Como saben, AENA controla el 51% y no ha querido hacerse con el 49% restante que poseía Ardian pagando un sobreprecio porque aporta poco: 45,2 millones en ingresos y 13,4 millones al Ebitda. De ahí, que Ardian haya vendido su participación al gestor de inversiones AMP Capital.