El grupo terrorista ISIS dijo que era una venganza por el atentado de Nueva Zelanda contra mezquitas, pero ahora resulta que llevaban planeando la matanza desde hace años. Lo que demuestra que el terrorismo islámico no golpea cuando quiere, sino cuando puede matar.

Los asesinados ya rozan los 360. De ellos ocho no son asesinados, sino asesinos. Al menos, esto es lo que dice la policía de Sri Lanka, que fueron los suicidas que decidieron morir matando.

El sangriento campeonato del terror en el siglo XXI sigue encabezado de lejos por el islam, que prácticamente tiene el monopolio.  

Es igual, nuestras autoridades, empezando por el propio Monarca Felipe VI, se muestran muy preocupados por no incurrir en islamofobia, y continúan hablando de personas asesinadas… exactamente no se sabe bien por qué.

Balance final: 359 asesinados (por cierto, sólo 39 extranjeros), lo que demuestra que no van a por el occidental, van a por el cristiano. Por eso mataron en iglesias. Además, más de 500 heridos, ocho terrorista y 60 detenidos.

Se llama ‘odium fidei’, hoy conocido como cristofobia. Y ocultarlo no es diplomacia, es sólo una mentira.