Durante su primera intervención, en la sesión del congreso del miércoles 22, la diputada de Vox, Macarena Olona, sacó a colación el tema de la homosexualidad para manifestar que no permitiría que se acusara a su partido de considerar a las homosexuales como personas enfermas, porque no es así.

Olona se refería a unas declaraciones anteriores de Pedro Sánchez, que ha rescatado la figura de Pedro Zerolo, dirigente político y activista LGTBI fallecido en 2015, para atacar el discurso de Santiago Abascal: "Ustedes le calificarían como un enfermo".

Tras las palabras de Olona, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska respondió que no sabía por qué siempre se hacía referencia a su orienación sexual. "No sé si tiene alguna fijación", ha continuado para, a renglón seguido, pedir a Olona que traslade a la gente que "no somos enfermos". 

"Si me hace el favor, -le pidió a Olona-, no estaría mal" Marlaska, quien instó a la diputada, que "tiene la suerte de ser joven e hija de la democracia", a abrigarse con los valores de la democracia y de la tolerancia. 

Por otra parte, Vox nunca ha dicho que la homosexualidad sea una enfermedad, lo que dice es que las relaciones homosexuales son inmorales. 

Al final, lo que ocurre es muy sencillo: es el victimismo del ministro Marlaska: como es homosexual, no puedes criticarle en nada. Si no, incurres en homofobia.