Ada Colau piensa tanto en la salud de sus ciudadanos y ciudanas que este año el Ayuntamiento no montará el belén que instala en la plaza de Sant Jaume. Y lo hará para evitar que se reúnan muchas personas en un espacio reducido, aunque sea al aire libre, pensando en las restricciones en el espacio público por la pandemia de coronavirus.

Lo que sí garantiza la edil barcelonesa es que los Reyes Magos repartirán los regalos en la ciudad. Su centrífuga mente gira y gira en busca de una alternativa a la cabalgata tradicional y, hasta puede que en pro de los barceloneses y barcelonesas Colau estuviera dispuesta -¿se imaginan?- a protagonizarla ella misma con -pongamos como ejemplo- su segunda Teniente de alcaldía, Janet Sanz (que iría a pie, nunca en coche, por eso de la contaminación) y su responsable de comunicación, Águeda Bañón quien si el recorrido fuera muy largo, y se hiciera necesario para ella, no dudaría incluso en hacer una parada para miccionar en la vía pública. Serían las tres reinas magas: Melchora, Gaspara y Baltasara -al estilo Joan Ribó, su colega valenciano-.