• Tristemente, un signo de nuestro tiempo, aunque lo políticamente correcto es no hablar de ello.
  • Refleja el auge de la cristofobia que vivimos en los últimos años en España.
  • Robo del Sagrario entero del altar mayor, el copón del Sagrario de una capilla y una custodia pequeña con el Santísimo.
  • Al mismo tiempo, los atacantes tiraron formas consagradas por el suelo de la capilla.
  • El ataque fue en la noche del martes al miércoles, aprovechando que la parroquia lleva una semana sin luz y, por tanto, sin alarma.
  • En la tarde del miércoles, hubo una misa de desagravio y rezos, y el obispo Reig Pla presidirá otra la próxima semana.
De nuevo, y con profunda tristeza, conocemos otra profanación eucarística, que lleva la marca inequívoca del satanismo. Esta vez ha tenido lugar en la parroquia de la Virgen de Belén (en la imagen), situada en Alcalá de Henares (Madrid), en un barrio marginal, donde hay bastante odio a Cristo. Desgraciadamente, las profanaciones eucarísticas son un signo de nuestro tiempo, aunque lo políticamente correcto es no hablar de ello. Algunos ejemplos de esto lo hemos visto en la basílica de San Pascual Bailón (Villarreal, Castellón) o en el santuario de Schoenstatt (en plena calle Serrano de Madrid). Además, reflejan el auge de la cristofobia que vivimos en los últimos años en España, que también puede verse en diversos ataques en las capillas de las universidades madrileñas (de la Complutense a la Rey Juan Carlos, pasando por la Autónoma). En esta ocasión, los hechos tuvieron lugar en la noche del pasado martes al miércoles, aprovechando que la parroquia alcalaína lleva una semana sin luz -y por tanto, sin alarma- porque su suministro se vio afectado por el incendio de una moto días atrás. Se produjo el robo del Sagrario del altar mayor (con copón y formas consagradas incluidos), del copón del Sagrario de una capilla y una custodia pequeña con el Santísmo. Al mismo tiempo, los atacantes tiraron las formas consagradas que contenía el copón por el suelo de la capilla. Desde el Obispado de Alcalá de Henares, no tienen dudas de que se trata de una profanación de tinte satánico, pues si se tratara de un robo sin más no se hubieran dejado cosas de valor en la parroquia. En la mañana del miércoles, la Policía acudió al lugar de los hechos. Ya en la tarde, el sacerdote que ayuda al párroco -que ahora está de misión- y el rector del Seminario Mayor de la diócesis alcalaína celebraron una misa de desagravio y rezaron el Rosario de la Paz y las vísperas con los fieles. El párroco está de misión y aún no conoce estos hechos dolorosos, pero cuando vuelva la próxima semana, el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, quiere celebrar una nueva misa de desagravio. Cristina Martín cristina@hispanidad.com