José María Álvarez-Pallete (en la imagen) es un tipo de presidente diferente a lo que habitualmente nos ofrece el mercado español. Popular en las redes sociales (@jmalvpal), más por su actividad deportiva y por las virtudes que puede ofrecer en la vida cotidiana, que por su papel como gestor empresarial, se parece más al ejecutivo internacional, especialmente norteamericano, con un impacto mediático importante, al mismo nivel que cualquier presentador de televisión o al político de turno.

Por tanto, no pienso mutilar Telefónica

No obstante, sigue siendo un desconocido para el público en general. Preguntad por él fuera del ámbito de los ‘runners’ y pocos conocerán sus andanzas financieras. Y es una pena, porque la gestión que está realizando en los últimos años a la cabeza de Telefónica está siendo un esfuerzo digno de la Maratón de Madrid, y ello pese a que Carmena nos haya prohibido disfrutar de la meta en El Retiro, con esos últimos kilómetros de esfuerzo.

Traducido: no es necesario vender para reducir apalancamiento

Y es que en el último trimestre, Telefónica gana un 7,4% más y reduce casi un 9,8% su deuda, excepcionalmente elevada hace pocos años, quedando en la actualidad en 43.975 millones de euros.

En este sentido, en el primer trimestre de 2018 registró un beneficio total de 837 millones de euros, un aumento, tal y como hemos comentado antes, del 7,4% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Todo ello en una reducción de su cifra de negocios del 7,2% debido, sobre todo, al impacto negativo de los tipos de cambio en el amplio abanico de divisas en las que opera.

Al final, para quedar en 12.190 millones como cifra de negocios. Consecuencia de este efecto en el tipo de cambio, la actividad en España es la única que experimenta un crecimiento de su facturación – un 1% – mientras que en otras filiales la reducción de actividad ha sido realmente importante. En Brasil la caída de ingresos ha sido del 14,5%, en su filial Telefónica Hispanoamericana Norte una caída del 16,8% (México tiene la culpa) y, por ejemplo, en Telefónica Hispanoamericana Sur la caída ha sido del 13,4%. De Venezuela, ni hablamos, casi desaparecida de sus ingresos recurrentes. No obstante, y le echamos la culpa a los tipos de cambio, a tipo constante y sin cambios en el perímetro sus ingresos mejoraron un 1,9%, sin tener en cuenta tampoco los extraordinarios derivados de la venta de su negocio de torres de comunicaciones Telxius.

Estos datos conllevan a una caída del resultado bruto de explotación en un 3,9%, hasta los 3.864 millones de euros. En términos orgánicos, como tanto gusta hablar en estos momentos, en Oibda reflejó una mejora del 3,3% consecuencia de la adecuada evolución de ingresos, las mejoras en los procesos de transformación y la búsqueda de sinergias. Incluso, sin tener en cuenta los cambios en la legislación, su resultado bruto habría incrementado sus cifras en un 5,4% interanual.

Asignaturas pendientes: los ingresos deben mejorar en Iberoamérica y la bolsa no responde

Estas cifras no deben olvidar el importante impacto contable tanto de la NIIF 15 como de la NIIF 9, especialmente la primera, todo un maremágnum de cambios en la estructura de una operadora de telecomunicaciones, dada la combinación de productos vinculados y obligaciones de desempeño en las relaciones contractuales con sus clientes (-10 millones de ingresos, +11 millones de resultado bruto). El abandono de la pérdida incurrida, evidentemente un dolor de muelas, poco efecto ha tenido en Telefónica, tal y como explica la Compañía.

En los próximos meses la entidad espera mejorar sus flujos de caja libre, cifra situada en el primer trimestre en 550 millones de euros, frente al dato de 603 millones de hace un año.

En definitiva, buena carrera. Hace un día nos preguntaba en Twitter “¿sabes cómo es la pisada perfecta? Runners”. Él, seguramente.

Y ojo, ahora y Pallete ya cuenta con un equipo directivo y un consejo a su medida.