Apenas son cinco minutos, un trozo de un discurso de Boris Johnson que debía ser escuchado y repensado por toda la humanidad. Porque el conjunto de la humanidad es el agredido.

Mejor: escuchen al primer ministro británico, pero la conclusión más odiosa es que el trashumanismo es posible, un mundo ‘ciborg’, con hombres vigilados por las máquinas.

Detrás de la máquina siempre habrá una inteligencia humana: sí, pero también libre, inteligencia para el bien y para el mal.

Pero sin llegar al universo del horror, sin ponernos tan profundos, recuerden siempre que si el producto es gratis, es que tú eres el producto. Gratis, lo que se dice gratis, no hay nada.