Nueva consecuencia de que España tuviera como ministra a Irene Montero: Marta, que cuenta su historia a Antena 3, asegura que denunció a su pareja por malos tratos, pero la denuncia no se ha podido tramitar en el juzgado como violencia de género porque su pareja ha cambiado de género y ahora es, con todas las de la ley -nunca mejor dicho-, una mujer. 

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"El cambio registral hace que la víctima no tenga consideración de victima de violencia de genero, por tanto, no puede acceder a ninguno de los recursos por serlo", explicaba su abogada. Por tanto, la denuncia, a ojos del Tribunal, es por violencia intrafamiliar, no por violencia de género. 

Por un lado este hecho, como explica la abogada, afecta a la víctima, que no puede acceder a los recursos que aporta la denuncias por violencia de género. Además, favorece al agresor porque las penas son menores. 

Marta asegura que su marido sí comentó en alguna ocasión que quería operarse para ponerse pecho o vestir con ropa de mujer. Al parecer, el hombre, ahora mujer, fue a una psiquiatra especializada y el diagnóstico fue de "travesti, y no de transexual".