Sida, repensar la prevención
Hoy, día 1 de diciembre, se celebra el Día Mundial de la lucha contra el SIDA. Hoy es un gran día porque se propone al mundo global la concienciación de un problema que es de todos aunque no todos estemos afectados por el problema. Pero me van a permitir que sea algo crítico, especialmente con los que desde las instituciones, que son los que promocionan, o no, una comunicación en una o en otra dirección, e incluso en ninguna dirección. El Sida ya ha infectado a más de 75 millones de personas en todo el mundo. Esto es una realidad tumbativa y parece ser que los "expertos" no sanitarios, que pecan más de ideológicos que de hombres de paz y salud altruista, no terminan de dar su brazo a torcer en enmendar sus soluciones inútiles, sus recomendaciones estériles, al problema que acucia a nada más y nada menos que 75.000.000 (así en número que parece que suma más) de personas que les afecta de manera real, urgente, necesaria. Y miren ustedes, de esto habla una publicación que todavía huele a tinta y que se distribuye por toda España Sida, repensar la prevención, de Pedro Pérez Cárdenas. El autor se cuestiona precisamente por qué después de tanto esfuerzo, en información y con millones gastados en condones regalados, la tasa de infectados se incremente año a año en unos 2,5 millones cada año. Pérez Cárdenas nos recuerda que el SIDA está ahí, que sigue vivo, y que lejos del silencio -o peor, medias verdades- de las grandes instituciones internacionales, sigue aumentando. Esta duda es la que le lleva necesariamente a plantearse y a repensar la prevención. A decir alto y claro que hay que dar un giro en la forma de hacer las cosas, porque la realidad es tozuda y las cifras cantan... ¡Quizá por eso hay tan poca información asequible y la que facilonamente aparece es puro sentimentalismo que no resuelve el problema! Este ensayo sobre el SIDA llega en un momento perfecto. Un tiempo ideal que, dada la orientación de la religión de género expansiva, y cada vez más intrusiva, propone ideas que no cuestionan aspectos fundamentales del ser humano y sí a desorientar su antropología, que procura una vida cuyo objetivo es vivir como se quiera sobre un colchón social y sin problemas, cuyo resultado final es la promiscuidad y el todo vale, ¿es esa una vía adecuada para prevenir la pandemia del siglo XX y XXI? La obra es muy didáctica y muestra al lector el proceso de la enfermedad por los últimos avances sobre la epidemia, testimonios, tratamientos más avanzados (éxitos y fracasos), la prevención actual (que no termina de funcionar) y las propuestas del autor que hace para confiar en el futuro. Pero les invito a que conozcan al autor porque él, mejor que nadie, les explicará sus preocupaciones. Humberto Pérez-Tomé Román @hptr2013