El Tribunal Constitucional de Cándido Conde-Pumpido, es decir, el TC controlado por Pedro Sánchez, ha dictaminado que la Ley Celaá es constitucional.

Ya en su día, el TC había tumbado el recurso de Vox contra la misma norma y entronizado la ley cristófoba y castrante de la ministra Isabel Celáa, quien hoy distraer sus ocios como embajadora en el Vaticano. 

Los socialistas aseguraban que sólo el espíritu antidemocrático del PP impedía renovar el Tribunal Constitucional. Desde que el nuevo TC, independiente y democrático, naturalmente, se puso en marcha, se convirtió en el rodillo-Pumpido. Cándido Conde-Pumpido ya ha bendecido la ley de aborto, la de eutanasia, ahora la de Educación... y si dentro de poco Sánchez decreta que los que no le voten serán ahorcados, no lo duden ustedes: Cándido Conde-Pumpido lo declarará Constitucional.