El sacerdote y doctor en Teología Moral Roberto Esteban Duque ha escrito 'Genitales culturales', una obra en la que denuncia la ideología de género que pretende convertirse en una nueva inquisición de cuyos postulados no es posible discrepar, so pena de aislamiento y linchamiento social. 

“Para corromper a un individuo basta con enseñarle a llamar ‘derechos’ a sus anhelos personales y ‘abusos’ a los derechos de los demás”. Este juicio profético de Chesterton parece no ofrecer resistencia en el actual escenario de cambio paradigmático, en un tiempo revisionista sin precedentes. Seguir el impulso de los deseos haciendo a la naturaleza humana moldeable por el poder político es el objetivo fundamental de la “ideología de género”, un sistema cerrado que desfigura el verdadero rostro de la sexualidad humana y hace de la autonomía del hombre y de la libertad los únicos criterios de verdad.

'Genitales culturales' se hace cargo de la 'Ley Trans', de sus deficiencias y contradicciones, de la excesiva victimización hacia las personas transexuales y de la incuestionable veta identitaria del Proyecto. Para el sacerdote, el movimiento de género basa su éxito en la promoción de un modo de vida hedonista, en la manipulación y el chantaje emocional, en la ocultación de datos incómodos  y el ataque directo a las instituciones, entre las que se encuentran la familia y la Iglesia católica.   

Genitales culturales' se hace cargo de la 'Ley Trans', de sus deficiencias y contradicciones, de la excesiva victimización hacia las personas transexuales y de la incuestionable veta identitaria del Proyecto

Antes del desarrollo de la citada ley, el ensayo apunta a la ficticia función del Ministerio de Igualdad en España, cuando cualquier medida va encaminada a imponer políticas identitarias, a la implantación legislativa de un revisionismo cultural y moral, al mezquino soborno de retirar el pan y el agua a quien no se deje sodomizar por los valores colonizados por la “ideología de género” y la “agenda LGTBI”. Para el autor, la nueva inquisición de la ideología de género no puede convertirse en la “cama de Procusto”, ajustando a la fuerza la realidad a la propia ideología. 

El autor de 'Genitales culturales' constata la mutación antropológica y cultural realizada desde la deriva jurídico-política y educativa, desde una politización de la naturaleza humana donde la principal damnificada será la familia. Salvar y refundar la familia son cuestiones cruciales, un imperativo impostergable cuando la “casa familiar” amenaza ruina por el asedio al que desde distintos frentes se ve sometida y cuya devastación exige una necesaria reconstrucción interna.

Según Roberto Esteban Duque, la defensa de la familia no puede realizarse, como se ha hecho hasta ahora, desde su necesidad funcional, en la comprensión de la misma como proveedora de funciones instrumentales, sino que es necesario reconocerla como base para el mejoramiento en nosotros y en la sociedad. La refundación de la familia exige repensar la familia como lugar donde se priorizan los valores comunitarios sobre cualquier proyecto personal, si no queremos convertir la familia en un mero instrumento de la realización de las personas, en una institución que se construye y reconstruye libremente desde la ideología del deseo, debilitando así los vínculos familiares.