Con una apretada mayoría de seis votos frente a cinco, el Tribunal Constitucional ha sentenciado que el decreto de alarma, y con ello, el confinamiento masivo impuesto por el Gobierno en marzo de 2020, fue inconstitucional.

El TC, en su pronunciamiento jurídico, es nítido sobre el alcance de la restricción de las libertades –y lo abusivo de lo acordado por Sánchez–, como en el varapalo político que supone para su Gobierno.

“La izquierda clama ahora por la división radical del TC, como si eso fuese un motivo deslegitimador de su fallo, y en cambio, cuando el Tribunal se fractura y sentencia en favor de cualquier tesis del Gobierno, entonces la resolución siempre es un acierto, y quien queda aislada en una minoría sectaria es la derecha.” (ABC)

Lo más importante de este fallo, no es el decreto del estado de alarma en sí, sino el abuso de poder subsiguiente con decisiones, nombramientos y normas supuestamente amparadas por el mencionado decreto.

Sánchez debe dimitir en otro socialista o convocar elecciones

¿Qué tiene que decir Sánchez, cuando él es presidente del Gobierno de España por un solo voto en su investidura? Ya que si en vez de 165 en contra y 167 a favor, hubiera sido 166-166, no habría alcanzado la presidencia. Tratar de deslegitimar una votación por una diferencia pequeña o de un solo voto es poner en tela de juicio la Democracia misma. Y el valor que él dé a ese voto es el que debe servir en todos los casos.

Desde que formó gobierno en enero de 2020, la persona que lo encabeza -Sánchez- no ha dejado de presumir de su poder de palabra y con hechos, como el que ahora comentamos. Prácticamente todas las leyes que ha sacado en este periodo son inconstitucionales en mayor o menor medida, lo que supone un ataque declarado a la Constitución.

Si es consciente de ello, es reo de perjurio por no cumplir y hacer cumplir la Constitución. Igualmente su lealtad al Rey podemos ponerla en tela de juicio. Y si no es consciente, entonces es un incompetente e irresponsable. ¿Ha abusado del poder? Por la resolución del TC que ahora comentamos se puede afirmar que sí. ¿Puede seguir de presidente? ¿Cuándo se va a decir basta?

Creo que lo que debe reflexionar seriamente es: o dimite y que otro socialista le reemplace, o convoca elecciones, o siguiendo por el camino que va, acabará en el 102. Y le auguro que pagará todas las tropelías que la izquierda ha hecho a España en estos 39 años (el primer gobierno socialista llegó en 1982). ¡Qué casualidad, los mismos de Franco (los tres de la Guerra Civil y los de la dictadura de 1939 a 1975)!