Un activista de las cuestiones LGTB de la ONU dijo que cambiar el sexo o el género basado en la propia autodeterminación es un “derecho” según el Derecho internacional de los derechos humanos, informa Friday Fax (C-Fam).

El activista LGTB se llama Víctor Madrigal-Borloz y dijo que el género está “firmemente incorporado” en la legislación sobre derechos humanos y que “es obligación de los Estados proporcionar el reconocimiento legal de la identidad de género basado en la autodeterminación”, incluyendo a los menores, durante una rueda de prensa para presentar su último informe sobre género al Consejo de Derechos Humanos.

Madrigal-Borloz criticó a Hungría por la postura del país contra la promoción de temas LGBT en las escuelas. Y cuestionó la aptitud de Hungría como miembro de la Unión Europea. Dijo que esas leyes promueven una “educación basada en los valores cristianos y la identidad húngara” y que “perpetúan el estigma”.

Si bien Madrigal-Borloz reclamó un amplio apoyo a las cuestiones LGBT en las recomendaciones no vinculantes de los mecanismos internacionales, no reconoció la falta de consenso entre los estados miembros de la ONU sobre este tema. Tampoco se refirió al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional en su informe o en la conferencia de prensa. El tratado vinculante, que establece la jurisdicción penal internacional para los crímenes de lesa humanidad, define al género como “los dos sexos, masculino y femenino, en el contexto de la sociedad”. Y excluye expresamente cualquier otro significado.

Así las cosas, la ONU da un paso más en su agenda pro-ideología de género…

Recordemos: la ideología de género, promovida por diversos países y organismos internacionales (como la ONU) en la legislación y en la educación de niños y jóvenes, es una corriente que considera que el sexo no es una realidad biológica sino una construcción sociocultural. Es decir, que cada uno puede elegir su sexo con independencia de su biología. Es una de las obsesiones del Nuevo Orden Mundial y busca implantarla en todo el mundo. Todo lo cual atenta contra la ley natural, pues todo el mundo sabe con la sola razón que se nace hombre o mujer y nadie nos pidió permiso para ello, como tampoco para nacer.