Agbo Isaiah Oluchukw es miembro del ministerio de oración del Santo Rosario Block Rosary Crusade Brigade of Guards (BRCBG)
Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Nigeria, donde la inseguridad de los cristianos sigue creciendo a niveles alarmantes. La proliferación de grupos armados motivados por el odio a la fe y/o la delincuencia aumenta día a día. Además, el lucrativo dinero de los rescates también alimenta lo que se ha convertido casi en una industria de secuestros.
En ese contexto, el joven Agbo Isaiah Oluchukwu, miembro del ministerio de oración del Santo Rosario Block Rosary Crusade Brigade of Guards (BRCBG), murió defendiendo a unos niños que rezaban dentro de una iglesia, recoge Aciprensa.
La Cruzada del Rosario de la Cuadra (Block Rosary Crusade, BRC) es una iniciativa que promueve el rezo del Santo Rosario entre vecinos de la misma calle, cuadra o vecindario.
El hermano Egelebe Vitus Chidera, presidente de la BRC en la diócesis nigeriana de Nsukka, relató el incidente que cobró la vida de Isaiah, de 21 años, quien asistía al retiro de BRC la noche del 14 de diciembre, cuando miembros de una secta lo apuñalaron en la parroquia de San José de la Diócesis de Nsukka, donde se realizaba el evento.
Los miembros de la secta querían entrar al acto, pero “los hombres que custodiaban la puerta no les permitieron entrar porque no llevaban ninguna etiqueta, que es la prueba que identifica a un miembro del BRC".
Entonces, los violentos jóvenes de la secta ingresaron a la fuerza “con algunas armas como un puñal, un tablón, madera, y demás”, intentando llegar a la iglesia donde los niños de la BRC rezaban. "Fue en ese momento crítico cuando el joven Isaiah y otros miembros de BRCBG tuvieron que arriesgar sus propias vidas sin armas, en defensa de los niños que rezaban dentro de la iglesia", afirma el presidente de BRC en la Diócesis de Nsukka.
"Algunos de los brigadistas que arriesgaron sus vidas para proteger a los niños resultaron gravemente heridos; algunos fueron apuñalados, pero Isaiah, que estaba allí como encargado, hizo todo lo que estaba en su mano para proteger a su gente", contó Chidera.
El hermano recordó que "como estaba herido de muerte, persistió en la batalla con dolor hasta que se aseguró de que aquellos intrusos se habían marchado”. Isaiah fue trasladado a un hospital, pero falleció en el camino.
Hasta el momento, las autoridades no han detenido a ninguno de los involucrados en el asesinato del joven católico.
La buena noticia es que el sacerdote católico Abraham Kunat, de la Arquidiócesis de Kaduna, que había sido raptado el 8 de noviembre, fue liberado el lunes 19 de diciembre
Seguimos en Nigeria, donde hombres armados secuestraron al P. Christopher Ogide en la entrada de su casa parroquial en la Diócesis de Umuahia, al sur del país. El secuestro ocurrió el sábado 17 de diciembre, mientras el P. Ogide se dirigía a una gasolinera cercana desde la parroquia Santa María Asunta, en el estado de Abia.
El Obispo de Umuahia, Mons. Michael Kalu Ukpong, pidió a los fieles de la diócesis que oren y mantengan la calma tras el secuestro del P. Ogide, informó Vatican News.
Y pocos días después, otro sacerdote era secuestrado en Nigeria. El P. Sylvester Okechukwu, de la diócesis de Kafanchan, en el Estado de Kaduna, en el centro norte del país, fue secuestrado ayer, 20 de diciembre, informa Fides.
La buena noticia es que el sacerdote católico Abraham Kunat, de la Arquidiócesis de Kaduna, que había sido raptado el 8 de noviembre, fue liberado el lunes 19 de diciembre. El secuestro de este sacerdote se produjo en Saint-Mulumba, en la localidad de Kachia, donde el sacerdote residía debido a la situación de inseguridad que azota al estado de Kaduna, uno de los más afectados por los secuestros de sacerdotes en Nigeria.
Eritrea es famoso por las constantes violaciones de la libertad religiosa por parte del régimen de Isaias Afewerki
Y en Eritrea, hace ya dos meses que se le perdió la pista al obispo católico de Saganeiti, Abune Fikremariam Hagos. El prelado fue retenido por las autoridades en el aeropuerto de la capital, Asmara, y, a día de hoy, no se sabe nada de él, ni dónde está ni en qué condiciones se encuentra.
En una entrevista para la revista Tempi, el sacerdote eritreo Mussie Zerai ha hablado de esta inquietante situación, recoge Religión en Libertad.
Aunque se sabe que Eritrea es famoso por las constantes violaciones de la libertad religiosa por parte del régimen de Isaias Afewerki, el Gobierno nunca había ido tan lejos como para arrestar a un obispo católico. A principios de octubre, la semana anterior a la detención de Hagos, habían sido detenidos otros dos sacerdotes católicos.
"Nadie ha podido visitarle desde el día de su arresto y nadie sabe dónde está realmente. No hay cargos formales, el régimen no ha comunicado nada. Este arresto no tiene base legal", señala el sacerdote en la entrevista.
Sobre los motivos que pueden estar detrás de su arresto, Zerai lo tiene claro. "Hagos se ha limitado en el último período a pedir explicaciones al régimen sobre la confiscación de escuelas y clínicas católicas por parte del Gobierno. También protestó por el trato que reciben los fieles de su diócesis: cuando una persona huye de Eritrea el régimen persigue a su familia, echando a parientes de la casa o apoderándose de su ganado, que es su único sustento para los campesinos. El obispo no ha hecho más que cuidar de su rebaño y dar voz a su pueblo, pidiendo públicamente explicaciones", comenta.
El sacerdote no comprende por qué el régimen persigue a la Iglesia. "Es imposible entender cuáles son las razones que empujan al Gobierno a comportarse de esta manera. El cierre de clínicas y escuelas comenzó en 2019, y la última institución cerró en septiembre. Esta decisión también es incomprensible: los católicos cuidan de toda la población, ¿por qué impedir que lo hagan?", afirma.