La Asociación de clínicas acreditadas para la interrupción del embarazo (ACAI) ha denunciado que la ley del aborto de Irene Montero promueve el método farmacológico a la hora de abortar, y a su parecer, este es "el método más dañino".

"Hablo con mis amigas y a algunas, no pasa nada, es como ir al baño y ya está, pero otras se quedaron muy asustadas porque no se esperaban eso y pienso que esa parte no está muy bien explicada. Esa es mi experiencia, las pastillas son algo muy violento. Es demorado, ¿sabes? Estás ahí, 24 horas esperando, crea mucha ansiedad y cuando viene, te asustas porque es violento en tu cuerpo", recoge ABC. Cabe destacar que la píldora abortiva es una combinación de dos pastillas (mifepristona y misoprostol), que lo que hacen es, básicamente, expulsar al niño, así la progesterona descompone el revestimiento interno del útero haciendo que el embarazo no pueda continuar. Provocando que el niño sea expulsado, de ahí que sea "violento en tu cuerpo", aunque para algunas sea "como ir al baño y ya está".

"Acai siempre ha sostenido que los centros deben ofrecer en el mismo espacio las dos técnicas y que debe ser la mujer la que, una vez informada, pueda decidir adecuadamente a su situación», ha explicado Eva Rodríguez, vicepresidenta de la patronal, que ha criticado que la ley generaliza "el aborto farmacológico"

"Decimos esto porque se van a dedicar 8 millones a promocionar las técnicas farmacológicas y no se ha oído nada de cuánto se va a dedicar a las instrumentales"

Pero no crean que la denuncia es por hacer negocio, no. Es porque se preocupan por las mujeres, según ACAI, el Gobierno promueve el aborto en pastillas frente al instrumental. El instrumental no es más que aspiración intrauterina, sí, un aspirador que succiona al niño para sacarlo del vientre materno. Aseguran que lo que cobran las clínicas por practicar abortos es lo mismo sea la forma que sea.

Pero claro, si se promociona este método, puede pasar como en Italia y Reino Unido, donde se permite recurrir a estas pastillas sin hosspitalización obligatoria, y ahí ya el negocio se vería afectado. 

Según las conclusiones del estudio de la patronal, más de la mitad de las mujeres que eligen las pastillas para abortar, el 51,6%, tienen efectos secundarios: "náuseas, los escalofríos y los vómitos". Olvidan los otros efectos secundarios. Recordemos el correo electrónico del Sevicio Nacional de Salud filtrado en Reino Unido, donde se exponía cómo las píldoras de aborto estaban afectado a la salud de las mujeres. 

El correo electrónico, marcado como "urgente", decía: "La CQC indicó que tienen conocimiento de 13 incidentes relacionados con este proceso. Los incidentes van desde mujeres que acuden al servicio de urgencias con dolor y sangrado significativo relacionados con el proceso hasta ectópicos rotos, reanimación mayor para hemorragias graves y el parto de bebés que tienen hasta 30 semanas de gestación".

O en EEUU, la FDA, institución que regula medicinas y alimentos, envió un informe al Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos para indicar que se permitirá la prescripción remota de píldoras abortivas, pero en 2018 la misma institución advertía de “miles de eventos adversos” como resultado de la píldora abortiva, “incluyendo 768 hospitalizaciones y 24 muertes desde el año 2000”, 

Volviendo a España, la patronal ha afirmado que la ley del aborto abre la puerta a que las clínicas puedan elegir si ofrecen solo una de las formas de aborto o las dos, y desde Acai advierten que esto hará que se decanten por el método farmacológico al ser "más cómodo y más barato".

"Creemos que esta ley está marcada por intereses de la industria farmacéutica, de los profesionales y asociaciones que trabajan bajo su paraguas financiero y que desoye la realidad de las mujeres", menos mal que está la Asociación de clínicas acreditadas para la interrupción del embarazo que se preocupa por las mujeres.