Tomás Cobo, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), ha sido entrevistado en El Mundo con motivo de la reforma de la Ley del Aborto de Irene Montero que, como hemos dicho en Hispanidad, se carga la conciencia de los médicos y de los farmacéuticos. 

Doña Irene propone que haya un registro de médicos objetores, a este respecto, Cobo cree que "un registro de objetores al aborto aporta muy poco; sería más útil un registro sobre los profesionales dispuestos a dar esta prestación".

Aún no se conoce el texto definitivo, pero el anteproyecto señala que "el rechazo o la negativa a realizar la intervención de interrupción del embarazo por razones de conciencia es una decisión siempre individual del personal sanitario directamente implicado en la realización de la interrupción voluntaria del embarazo, que debe manifestarse con antelación y por escrito".

No obstante, también indica "el acceso o la calidad asistencial de la prestación no se verán afectados por el ejercicio individual del derecho a la objeción de conciencia. A estos efectos, los servicios públicos se organizarán siempre de forma que se garantice el personal sanitario necesario para el acceso efectivo y oportuno a la interrupción voluntaria del embarazo".

Por tanto, "se creará en cada comunidad autónoma un registro de personas profesionales sanitarias que decidan objetar de conciencia respecto de la intervención directa en la práctica de la interrupción voluntaria del embarazo", tal y como se hizo con la Ley de Eutanasia. 

Cobo se muestra preocupado ante tales listas: "Lo que nos preocupa es que con estas listas se pueda manejar información que pueda perjudicar al profesional. Además, pensamos que no son realmente útiles y que aportan muy poco: se debería saber quiénes están dispuestos, no al revés". Cobo puntualiza que "no se objeta a un caso concreto, sino a a ley", pero que "si la Administración tiene el aborto en su cartera de servicios, debería encontrar los mecanismos adecuados para facilitarlos, no trasladar la responsabilidad a los profesionales".

Además, añade, que a los médicos les inquieta que "en algún momento no se respete la objeción de conciencia, por ejemplo en un entorno con precariedad laboral, aunque esperamos que se solucione pronto".

Recordemos que ya hay comunidades como Castilla-La Mancha en las que todos los médicos son objetores, a tales efectos, el anteproyecto de Ley contempla dos posibilidades, una “cláusula de proximidad al domicilio” por la que las mujeres que quieran abortar podrán ser desplazadas al centro sanitario “más cercano” posible. Y otra, las consejerías de sanidad de cada autonomía podrán establecer “las medidas a poner en marcha” para garantizar el aborto, ya sea “a través de incentivos que permitan prestigiar la prestación” de esta asistencia o con otro tipo de fórmulas, tal y como informa redacciónmedica.

Incentivos que permitan prestigiar la prestación y lista negra de objetores, suena a castigar al objetor y premiar al que pase por mancharse las manos.