Fernado Grande-Marlaska, ministro del Interior, ese hombre que maneja las cifras como nadie, hasta darles la vuelta y encontrar en ellas un argumento para justificar su mantra: Es un bulo identificar "delincuencia, con criminalidad y con inmigración".

Centrémonos en las agresiones sexuales: reconoce el titular de Interior que sí se han incrementado este tipo de delitos en España, pero, ojo al motivo, "porque hay más confianza en las instituciones".

 ¡Ah! pero entonces, ¿hasta ahora las víctimas no denunciaban? Y no lo duden, según tan genial argumento, si aumenta el número de homicidios se deberá a que, tras las impresionantes campañas de concienciacion del Gobierno contra la fea costumbre de asesinar al vecino... ¡ahora hay más denuncias por asesinatos que antes, cuando, según el enloquecido Marlaska, no se denunciaba

Y mientras, con las cifras en la mano, Samuel Vázquez, el portavoz nacional de Vox de Inmigración, Interior y Seguridad, le recuerda a Marlaska que un año antes de llegar él al cargo, en 2018, el número de violaciones era de 1382, en 2024 ascienden a 5.206. Es decir, se han quintuplicado. 

Al final, al más puro estilo Irene, la culpa es de todo el mundo menos del ministro. Recordemos sus declaraciones de hace unos meses respecto a la lucha contra la violencia de género. Entonces, Marlaska recordó que "somos un referente internacional y tenemos un sistema avanzado», a la vez que ha hizo un llamamiento a la sociedad española, que debía decir "basta". Con ello, precisó que "acabar con el terrorismo machista es un objetivo de país, de Estado". Es decir, con un sistema tan innovador, ahora resulta que la que falla es la sociedad española que debe implicarse más en la lucha contra la violencia de género. ¡Acabáramos!