Ante una sala abarrotada en pleno centro de Madrid, el historiador Marcelo Gullo presentó su nuevo libro 'Lepanto. Cuando España salvó a Europa', al tiempo que defendió el papel de nuestro país en la historia, "Sabía yo que íbamos a salir con la moral alta hoy", aseguraba Javier Martínez-Fresneda, director general de Neos, y no se equivocaba.

El libro recorre la historia de la batalla que ocurrió un siete de octubre de 1571. Con el viento en contra y en inferioridad numérica estaban los soldados españoles en el Mediterráneo frente al Imperior Otomano, esos turcos que eran invencibles hasta que fueron derrotados por La Liga Santa (una coalición cristiana formada por España, Venecia, los Estados Pontificios, Génova, Saboya y la Orden de Malta). 

El Papa San Pío V es quien nombra a Juan de Austria para ponerse al frente de La Liga Santa: “un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan”, fue la frase que repitió el Pontífice hasta tres veces en misa, dándose cuenta que la Virgen le marcaba el camino y le prometía la victoria. Juan de Austria se grabó a fuego esa promesa y cuando le aconsejaron retirarse, que la prudencia no era cobardía, se negó: "No hay que retirarse, el viento va a volver a soplar a nuestro favor". Y así fue, los vientos cambiaron a favor de La Liga Santa, que acabaron con esos que decían ser hijos del hombre y una loba, parando la conquista del islam y haciendo que Europa fuera la Europa que conocemos ahora. 

Gullo nos presenta a un Juan de Austria de gran astucia, que prometió a los remeros (presos de cárceles que tenían que remar en las galeras españolas) la libertad si conseguían el triunfo, que mezcló a todos los soldados en los barcos, para que no se abandonaran los unos a los otros y que tuvo el coraje de plantarle cara al islam, gracias al cual hoy el Papa León XIV está en Roma y por el que San Pedro no es la gran Mezquita del islam. 

Juan de Austria convirtió a los hombres que iban a luchar en personas "sin temor a la muerte", en una batalla en la que todos los soldados se confesaron y comulgaron antes de comenzar, incluso los protestantes. "Sin España no hay Lepanto, y sin Juan de Austria Europa hubiera caído", resume Gullo que defiende todo lo que Europa debe a España, una victoria que provocó celebraciones en todos los países europeos, tanto católicos como protestantes. En Reino Unido, con Isabel I, "tuvieron que pagar fuegos artificiales para celebrar en Londres".

Con la Fundación Neos de la mano, Gullo ha hablado, como nos tiene acostumbrados, sin miedo, como sólo alguien que tiene la verdad y la historia de su lado puede hacer. "Nadie puede sostener por la fuerza lo que no tiene en el corazón", el historiador pronunciaba esa frase para explicar qué ocurre en esta Europa dormida ante la tercera invasión islámica que vivimos, cómo los europeos han perdido su fe y sin eso es imposible luchar ni "resistir en un acto militarmente suicida". El argentino asegura que esa batalla del islam es "inconclusa", y que "sigue soñando con la conquista española" para lo que se utilizará al hombre común como quinta columna, como ya hicieron en las anteriores dos conquistas". "El mismo sueño de Solimán el Magnífico". "Lepanto es importante porque entendemos que hubo una primera invasión, una segunda invasión y que estamos en la tercera invasión".

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Imposible resumir las casi dos horas de presentación de Gullo, quien aseguró que los españoles "no se rendían nunca, jamás" y si caían lo hacían "con dignidad", cualidad antes aplaudida y que ahora se menosprecia, en una narrativa en la que España nunca ha ganado y si lo ha hecho lo ha hecho en batallas sin importancia. "El origen de la política perversa de hoy es la falsa historia", y en ese punto estamos en nuestro país, con la "endofobia, el odio a las misma raíces del pueblo al que pertenece, el odio a la cultura", como "enfermedad" de los políticos españoles. 

Muchas personas se quedaron fuera de la presentación porque el aforo sobrepasó toda expectativa, frente a los ataques y el boicot que sufrió Gullo en Barcelona o Valencia, Madrid abrazaba al argentino, que al igual que en algunas zonas de España, no es bienvenido por la verdad que cuenta. "Veo a la Iglesia del tercer milenio afligida por una plaga mortal. Más profunda y dolorosa que las de este milenio. Se llama islamismo. He visto a las hordas venir desde Occidente a Oriente. Invadirán Europa, que será un sótano lleno de antiguallas, penumbra y telarañas. Recuerdos de familia. Vosotros, la Iglesia del tercer milenio, deberéis contener la invasión. Pero no con las armas, las armas no bastarán, sino con vuestra fe vívida íntegramente", esta es la visión de San Juan Pablo II, Marcelo Gullo también tiene la suya, la cuenta en su libro, de obligada lectura.